Cuando una mujer avanza, una familia prospera y un país se desarrolla
Conmemorar el Día Internacional de la Mujer es recordar que cada avance logrado ha sido fruto del esfuerzo, la valentía y la determinación de tantas mujeres que se atrevieron a ir más allá de lo que se esperaba de ellas. Mujeres que, con su voz y su acción, abrieron caminos que hoy nos permiten estar aquí, trabajando y construyendo un futuro más equitativo.
A lo largo de mi trayectoria, he aprendido que el liderazgo no se trata de ocupar un cargo, sino de hacerlo con integridad para que podamos abrir puertas para más mujeres. Se trata de trabajar con transparencia e inspirar confianza, demostrar que el talento no tiene género y recordar que cada mujer que avanza, lo hace por ella, pero también por todas las que vendrán.
Ser la primera mujer en liderar una institución como el BCIE ha sido un honor, pero también una gran responsabilidad para mí. Porque con cada paso que damos, estamos redefiniendo lo que significa ser mujer en espacios de toma de decisiones. Y aunque aún hay muchos desafíos por superar, también hay una realidad innegable: las mujeres estamos transformando el mundo como un complemento del liderazgo masculino. Lo hacemos desde nuestras profesiones, desde nuestras comunidades, desde nuestros hogares. Lo hacemos con nuestra capacidad de innovar, de liderar con empatía y de demostrar que el éxito no es un camino solitario, sino uno que se construye colectivamente.
En el BCIE creemos firmemente que cuando las mujeres avanzan, nuestras economías prosperan, nuestras comunidades se fortalecen y las personas alcanzan mayor bienestar. Por ello, hemos asumido un compromiso inquebrantable con la equidad de género, tanto dentro de nuestra organización, sino en cada uno de los proyectos que impulsamos en los países a los que servimos. En mi primer año como Presidente del BCIE logramos eliminar la brecha salarial entre hombres y mujeres y definir como un objetivo estratégico del banco para los próximos 5 años, promover la equidad de género.
Aún queda mucho por hacer, y los desafíos son grandes. Pero si algo nos ha enseñado la historia es que las mujeres solo requieren 3 cosas para brillar: 1) la oportunidad, 2) la flexibilidad para poder cumplir con sus responsabilidades laborales y familiares al mismo tiempo y 3) usar su esencia femenina para liderar.
En este Día Internacional de la Mujer, celebremos los logros alcanzados, pero, sobre todo, sigamos trabajando duro para que cada mujer tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial. Cuando una mujer avanza, una familia prospera y un país se desarrolla.
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