Guías del Ministerio de Educación Pública y valores

Tras la determinación del Ministerio de Educación Pública de eliminar los Programas de Afectividad y Sexualidad del 2108, se han suscitado muchas reacciones, entre las que sobresalen cuestionamientos sobre si se dieron contenidos inapropiados o vulneración de la integridad de los estudiantes, amparándose en fundamentos científicos y éticos alineados con la ONU y sus agencias, así como, principios de pertinencia y autonomía progresiva, entre otros.
Al respecto, nos preocupa enormemente que el MEP avalara en su momento enfoques que privilegiaban contenidos de identidad y diversidad, desatendiendo las verdaderas necesidades y conflictos con que luchan las familias costarricenses hoy, en materia de sexualidad al criar a sus hijos e hijas. Analicemos algunos casos:
- En lugar de abordar la ansiedad por el cuerpo y la aceptación del mismo durante la adolescencia, se abre el portillo a la opción de modificar la apariencia con cirugías o medios de otra índole como parte de “la vivencia personal del cuerpo”… “siempre que sea libremente escogida”. Obviamente, repudiamos categóricamente que el MEP haya enseñado este principio como científico o ético, siendo que países desarrollados lo rechazan por sus efectos adversos e irreversibles comprobados. Así mismo, estas afirmaciones violentan el derecho de los padres a educar y proteger a sus hijos de toma de decisiones perniciosas, que puedan causarles daños irreversibles so pretexto de la autonomía progresiva.
- Tampoco resulta aceptable que en el glosario bajo el enfoque de derechos se indique que “las vivencias y expresiones de la afectividad y la sexualidad, todas ellas son legítimas y respetables”. ¿Acaso no crea esto confusión y hace que los menores bajen sus barreras naturales de protección?, solo por el hecho de no discriminar a nadie. ¿Acaso no los vulnera para ser víctimas de personas inescrupulosas?
- En otro ámbito: ¿Cuántos problemas de familia se atienden en las Cortes, en los servicios de salud? ¿Cuántos crímenes pasionales? ¿Cuántos niños con familias desestructuradas? Sin embargo, el tema de aptitudes básicas para relacionarse y establecer vínculos románticos y familias sanas fue excluido, privilegiando contenidos sobre cómo tener relaciones sexuales corporales, genitales y coitales, para el placer y el bienestar.
No solo se trata de los contenidos, sino de que el enfoque adoptado por el MEP, permitió que desde la práctica institucional, los educadores consintieran escenas amorosas entre chicos del mismo sexo, con el fin de no discriminar; que crearan baños neutros para garantizar igualdad, y que, estudiantes que rechazaban alguna práctica sexual por motivo de conciencia, no pudieran expresarse con libertad por temor de ser señalados.
La eliminación de estas guías lejos de ser un retroceso como indicaron algunos “expertos” en educación, marca el inicio de un camino urgente en el que los valores nos acerquen nuevamente a un modelo de sociedad más justa, solidaria y equitativa, sin distinciones de orientación sexual para todos los costarricenses.
Sin embargo, estamos más que claros que la Educación integral, ética y efectivamente responsable, es fundamental para que los jóvenes tengan información objetiva que les permita desarrollar una sexualidad sana y fundamentalmente responsable con sus cuerpos y el de los demás. Nuestras autoridades educativas están en la obligación de fiscalizar y elegir lo mejor para nuestros hijos y nuestras familias base fundamental de la sociedad.
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