La ineficiencia del Ministerio de Justicia y Paz y el contubernio de las operadoras telefónicas
El caricaturista australiano, Michael Leunig dijo: “La hipocresía de algunos es que nos gusta pensar sobre nosotros mismos como sofisticados y evolucionados, pero seguimos siendo motivados todavía por impulsos primarios, como la codicia y el poder.”
Según datos del Ministerio de Justicia y Paz, entre los años 2014 al 2016, se cometieron 1.285 delitos desde centros penitenciarios, por lo que urge limitar la señal de los teléfonos celulares en las cárceles y las compañías de telecomunicaciones tienen que cooperar con ello.
Es inconcebible que, en un Estado de Derecho, se permita a delincuentes tener su propio teléfono celular para realizar fechorías. Es inconcebible que, en un Estado de Derecho, el 86,5% de los delitos cometidos desde una cárcel impliquen ganancias de hasta 35 millones de colones diarios para los delincuentes. Es inconcebible que, en un Estado de Derecho, un delincuente que debería estar purgando una pena más bien esté haciéndose rico y delinquiendo, como si nada hubiera pasado.
Existe en definitiva un hacinamiento carcelario, pero es el colmo que el Ministerio de Justicia y Paz no tenga ni siquiera los datos exactos de cuántos metros cuadrados de cárceles tiene. ¿Qué han estado haciendo los investigadores del Instituto Nacional de Criminología durante todos estos años? ¿Cómo es posible que este comentarista haya pedido datos a ese instituto y no envíen un reporte sino unas hojas en Excel incompletas?
Si ni siquiera se puede saber cuántos metros cuadrados de cárceles hay en el país, ¿Cómo pretende el Ministerio de Justicia llevar a cabo una labor humanizada de trato carcelario? Si ni siquiera se puede saber cuántos metros cuadrados de cárceles hay en el país, ¿Cómo podían los ex Ministros de Justicia de la Administración anterior establecer políticas liberatorias de reos sin contar con datos exactos para fijas esas decisiones?
No se necesitan nuevas leyes sino aplicar las que ya están. No se necesitan nuevas leyes sino sancionar a los funcionarios que ni siquiera pueden investigar para saber cuántos metros cuadrados de cárceles hay en el país. No se necesitan nuevas leyes, al menos que sean absolutamente necesarias.
La labor del Poder Ejecutivo, en no pocos casos, ha sido deficiente, para ponerlo en términos de halago, porque es mucho peor que eso. Los proyectos de ley que se presentan no cuentan con análisis cualitativos y cuantitativos serios que enseñen la metodología utilizada, sino que parecen más bien ser una búsqueda en Google para limpiar solo por donde pasa la suegra.
Urge proteger a la población y no maltratar a los reos en las cárceles, pero tampoco darles materia prima para que sigan delinquiendo.
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