Selección Nacional de Futbol
El equipo de los costarricenses emprende un nuevo viaje, más que un viaje, un desafío, rumbo al Campeonato Mundial de futbol Rusia 2018, con la fe, el entusiasmo y la consigna de superar o igualar, el desempeño logrado en el pasado.
Los integrantes de la Selección Nacional han de saber que, como individuos estarán solos, con sus decisiones, habilidades y responsabilidades, sin dejar de lado dudas y temores, como cualquier ser humano, como cualquier otro atleta en estas justas, por ende todos estarán en igualdad de condiciones, la diferencia la marcará la mística, la entrega incondicional y el amor profundo por lo que se anhela alcanzar.
La representación de Costa Rica sabe que, los corazones, las oraciones y los mejores deseos de la nación, van en cada equipaje, el pueblo jugará junto a ustedes los encuentros, sudará cada minuto, sufrirá y reirá. Las individualidades convergerán en un rostro gigante de equipo, y emergerá el engranaje de una maquinaria afinada, compacta y potente, al pitazo inicial de los partidos, porque todas y todos estaremos en la cancha.
La historia empieza a escribirse; la pluma cual si fuera el asta que hondea el blanco azul y rojo, guiado por 11 jugadores, respaldados por Dios, la fuerza interior de la convicción y todos los costarricenses que, al unísono dibujarán el trazo de letras doradas que hablaran, a las futuras generaciones de un brillante trabajo en equipo, de un magnífico trabajo de calidad, de un abnegado trabajo con amor.
“La lucha tenas, de fecunda labor, que enrójese del hombre la faz”, escribirá, como ha sido la naturaleza del costarricense, esta nueva página de la historia, con hombres valientes, fuertes, “labriegos y sencillos”, de corazones amantes a una patria grande en valores, en respeto a la libertad, la justicia y la paz.
La sana competencia genera el progreso, el trabajo colectivo enfocado con sabiduría y constancia el éxito, los hombres grandes son sabios y agradecidos en lo pequeño, y si alcanzan la cúspide y grandeza de las metas, no pierden la esencia fundamental de la humildad, la caridad y jamás olvidan que de una u otra forma muchos colaboraron a concretar los sueños.
Gracias a todos los integrantes de La Selección Nacional de Futbol que, con amor, esfuerzo y dignidad, levantarán el nombre de Costa Rica, como un pueblo de hermanos y sana convivencia, de trabajo y alegría, de amor y paz.
Las alegrías, lágrimas, sudor y los pasos de más por alcanzar el sueño, quedarán en el corazón de cada costarricense.
Los comentarios están cerrados.