Guerra contra los que menos tienen
El proyecto de ley de nuevos impuestos es la puerta del famoso Pandemonio, la capital del infierno en el poema del escritor inglés John Milton: “El Paraíso Perdido”. En guerra avisada no muere soldado y el gobierno ha sido claro en decir que este paquetazo de impuestos, que buscan aprobar por todos los medios y que viene a reducir los ingresos de las personas de clase baja y media, no sería suficiente para solventar el déficit fiscal.
Además no se vale y mil veces no se vale aprobar impuestos, para seguir despilfarrando el dinero que usted y yo nos ganamos con el esfuerzo de nuestra frente.
La capital del infierno en el poema de Milton se caracteriza por ser desordenada, ruidosa, un verdadero caos, igual que el proyecto de ley 20580, donde se violan un sinfín de normas, como por ejemplo, que sea por medio de reglamento y no de ley, que se definan ciertos impuestos, esto es una violación al principio de reserva de ley.
Otro punto del cual nadie habla es la violación a la privacidad que se da al establecer el cobro por el uso de servicios como Youtube. ¿Exactamente cómo piensa la Administración Tributaria saber cuándo hemos usado Youtube sino es entrando en nuestros registros y viendo cuáles páginas hemos accedido?
Quizás eso no sea muy preocupante para algunos, después de todo, muchos aceptan los términos y condiciones en línea sin saber que sus datos personales, eventualmente, podrían ser vendidos al mejor postor.
Sin embargo, esto va más allá de la venta de datos: el acceso abusivo al historial de visitas de páginas en internet viola un reglamento de la Unión Europea, que tiene consecuencias concretas para Costa Rica. La administración anterior, buscó inversión extranjera directa de Europa y, para poder obtenerla, se necesita respetar la privacidad de las personas, de lo contrario, las empresas europeas no pueden hacer negocios en países que no respeten esa normativa. ¿Nos robarán nuestra privacidad?
Por último, pero no menos importante, están los castigos a la ya muy diezmada clase media, en el cobro de educación y salud privada. Muchas personas hacen un esfuerzo muy grande para llevar a sus hijos a centros de educación privada, porque los públicos no tienen la calidad necesaria y se quedaron rezagados, lo mismo ocurre con los servicios médicos privados porque, como bien lo decía un meme en Facebook, a la hora de que le den la cita al niño, ya va a estar graduándose de la universidad.
Cierro con estas palabras épicas de John Milton en el poema antes mencionado: “El Caos gobierna como árbitro, y sus decisiones vienen a aumentar, cada vez, más el desorden, merced al cual reina; después de él, a caso lo dirige todo, como juez supremo”.
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