Turismo y seguridad
El pasado 10 de julio, oímos, en un noticiero nacional, declaraciones del señor Director del OIJ, don Wálter Espinoza, sobre los peligros en el empleo, la afluencia de divisas y otros males sociales y económicos, devenidos de la inseguridad ciudadana, esta, en aumento, así como su indeseable efecto sobre una de las gallinas ponedoras de huevos de oro para el país: la industria del turismo.
Mucha razón le asiste al señor Director del OIJ. Definitivamente, la inseguridad ciudadana tiene efectos perniciosos, no solo sobre la población nacional, si no también, sobre dos de los motores nuestra economía: la inversión extranjera y el turismo que llegan a nuestro suelo, ambos, por la belleza patria, el encanto tico, pero, muy importante, por la confianza en los visitantes de que, durante su estadía, se van a encontrar seguros, tanto personas como empresas.
Lo ausente en las declaraciones del señor Director del OIJ, fue la propuesta de soluciones, no solo resorte de su persona, si no de las instituciones nacionales encargadas de la seguridad de la población y de los bienes que esta posee.
Es impostergable, para el Gobierno y para el señor presidente de la República, don Carlos Alvarado, el elaborar y ejecutar una política de estado que cobije, tanto a los que residimos permanente en el país, así como a quienes nos visitan junto a lo más preciado que tienen, sus familias. Tarea para la cual, sin lugar a dudas, contarán con el apoyo y la colaboración decidida de la Cámara de Hoteles y de la UCCAEP.
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