Evitemos la exclusión de los jóvenes del sistema educativo
El Ministerio de Educación Pública dio a conocer, que cerca de un millón de estudiantes de los diferentes centros educativos en todo el país, salieron a disfrutar de las vacaciones de medio período, oportunidad que sin duda alguna, se convierte en una excelente ocasión para pasear, descansar y compartir en familia.
Ha sido práctica que después de las vacaciones de medio año, algunos estudiantes de distintos lugares, abandonan las aulas.
Los motivos de abandono de la educación formal son diversos, entre otros, mal desempeño, problemas familiares, escasez de recursos económicos o incluso algunos que no le toman la verdadera importancia a la formación académica.
Recordemos que los últimos datos del Ministerio de Educación dan cuenta que, en undécimo año, la exclusión estudiantil pasó del 2,5% en 2016 (1.302 alumnos) a 2,8% (1.542) en 2017.
La situación resulta lamentable, no solamente por la pérdida de oportunidades a la que se enfrentan esos muchachos, sino porque sin formación académica la obtención de trabajos de calidad y bien remunerados se torna muy difícil.
Otro factor también relevante, es la inversión y esfuerzo que hace el Estado Costarricense, por capacitar al menos con educación básica a sus niños y jóvenes. El costo de mantener a los estudiantes en el sistema educativo público es bastante alto, al año, por cada niño que asiste a preescolar, se debe invertir un millón doscientos mil colones. Por cada uno de los estudiantes escolares, se eroga un millón quinientos mil colones, y por los colegiales se pagan unos dos millones de colones, al año.
Retornar a los salones de clases es muy importante, no solo por el aprendizaje, sino porque los centros educativos son lugares seguros para los estudiantes.
Este es un tema del cual todos somos responsables. La sociedad como tal, debe procurar mayores y mejores alternativas para la población más joven. Pero también está en manos de los padres de familia la enorme responsabilidad de guiar y aconsejar a sus hijos, para que se esfuercen por no dejar sus estudios, decisión que les podrá pesar en el futuro.
Sin lugar a dudas, resulta de enorme importancia que en los centros educativos se presenten alternativas que permitan reducir al máximo la exclusión y crear así respuestas a las necesidades: afectivas, económicas, psicológicas y sociales de los niños y jóvenes.
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