Quince Duncan: Embajador de lo costarricense.

Panorama Digital
Panorama Digital
Quince Duncan: Embajador de lo costarricense.
Loading
/

A finales de agosto se realizará el XX FESTIVAL FLORES DE LA DIÁSPORA que se dedica este año al escritor costarricense Quince Duncan, porque estamos celebrando sus cincuenta años de carrera literaria. Por ello y por sus aportes en pro de los derechos humanos y la educación, este año fue declarado profesor emérito de la Universidad Nacional y Dr. Honoris Causis en la U.C.R.

Conocí a Quince en 1968 cuando su cuentario: Una canción en la madrugada fue aprobado por la Editorial Costa Rica e inició su participación en el Círculo de Escritores Costarricenses; año en el que también editó en esténciles, su cuento Bronce.

Para 1971, tuve la dicha de compartir con él un largo periplo hacia Guatemala para representar la Asociación de autores de Costa Rica en el II congreso Centroamericano de escritores y las enseñanzas fueron muchas en ese trajinar de nuestra temprana amistad.

En un escrito sobre Duncan el Dr. Rafael Cuevas ha expresado que “sus aportes y sus logros, se evidencian como un orgullo para Costa Rica”. Nos recuerda además aspectos de la biografía: su lugar natal,  Estrada de Matina,  desarrollándose luego “en un medio que no pocas veces le ha sido adverso por su condición de afrodescendiente, pero con el que, con franco y característico espíritu costarricense, ha sabido dialogar con una actitud siempre alerta y constructiva, hasta convertirse en una de las referencias de la diversidad tica que tantas y variadas facetas tiene”.

Quince en Los cuatro espejos indagó en las alternativas de la negritud costarricense,  en su disyuntiva de adaptarse y acoger el ofrecimiento de una identidad costarricense, que suponía vencer los prejuicios y discriminaciones, o seguir soñando con un idílico regreso. También nos legó sobre la Guerra del 48, su novela Final de Calle, que le mereció el Premio Editorial Costa Rica.  Sus ensayos se iniciaron con el trabajo El Negro en Costa Rica, que realizó al lado del gran historiador Carlos Meléndez, texto fundamental para comprender una faceta relegada de nuestra historia, así como sus propuestas sobre racismo, literatura y  educación, son parte de lo mucho que  debemos a este escritor y pensador que hoy nos enorgulle.

Entre nosotros, sus obras han tenido gran aceptación pero también más allá de nuestras fronteras. “Internacionalmente, es una de las voces representativas de la literatura costarricense, y como tal es reseñado y comentado en prestigiosas universidades de América, Europa y más allá, en donde académicos del más alto prestigio le han dedicado estudios a su obra”. Por eso todo el país se apresta a celebrar este cincuenta aniversario y a honrar a Duncan como  genuino embajador de lo costarricense.

Los comentarios están cerrados.