Postres
Los romanos fueron quienes comenzaron a comer postres, pero no al final, sino más bien en medio de sus copiosas comidas.
Así es, al parecer en las copiosas comidas romanas era habitual comer dulces cuando se cambiaba de un plato salado al siguiente.
Estos dulces pecados pasaban por frutas de temporada y bizcochos, ya que la oferta era algo escasa. El más codiciado era el panettone estilo italiano, cuya base procede de un buen fermento, miel y un puñado de frutos secos, productos en abundancia en aquella época.
Pero hay datos de que el primer platillo dulce elaborado y disfrutado por varios comensales en una actividad no fue en Roma, sino el Grecia y se trata de la famosa tarta de queso, allá por el año 776 antes de Cristo.
Este platillo se presentó a los primeros atletas olímpicos, que la proberon con gusto, antes de realizar sus pruebas.
Fuente. Diariovasco.com
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