Decisiones… Decisiones…Decisiones
Hay varias cosas que esta huelga ha dejado diáfanamente claras. Y lo más importante, sin lugar a dudas, es el hecho de que es tiempo de tomar decisiones urgentes. Ya no podemos seguir postergando decisiones vitales para el presente y el futuro del país. Entre las muchas decisiones urgentes, voy a proponer – por hoy – dos de ellas:
1- Reformar nuestro sistema educativo sin afectar el derecho constitucional (y derecho humano de primer orden) de «educación obligatoria y gratuita». Estamos bastante sumidos, como sociedad global, en la IV Revolución Industrial, por lo tanto, estamos en la obligación como país de aprovechar todos los recursos tecnológicos disponibles, internet, comunicación satelital, fibra óptica, etcétera, para mejorar nuestro sistema educativo.
El aprovechamiento de esas tecnologías, sumado a reformas administrativas y financieras urgentes, harán que nuestra educación no solo mejore en calidad, sino que el presupuesto asignado por ley sea utilizado de forma racional y efectiva. En este último punto, propongo sacar del Ministerio de Educación Pública, MEP, el proceso educativo, para usar el sistema ya ampliamente demostrado como eficiente, tanto por calidad como por costo, de vouchers para la educación, similar al usado en Suecia.
Eso no implica que la temática educativa no siga en manos del MEP, ni mucho menos, pero el régimen de competencia que se generaría habrá de mejorar sustancialmente la calidad de esa educación. Los vouchers serían asignados por familia, dependiendo del número de miembros que estén en edad escolar, sea primaria o secundaria, quienes, a su vez, tendrán libertad de elegir la institución que consideren mejor para sus intereses. Esos vouchers solo podrán ser cobrados por las instituciones, no por las personas.
Un presupuesto para este ministerio, que para el 2019 será de 2.6 billones de colones, es más que suficiente como para hacer y poner en práctica estas reformas. Y a medida que el sistema vaya avanzando en su implementación, la presión sobre el erario disminuirá. No se estaría atentando contra el Estado Social de Derecho y, así mismo, mejoraríamos sustancialmente el nivel de calidad de nuestra educación. Obviamente que hay que afinar el plan o esta propuesta, pero definitivamente es urgente reformar lo que tenemos porque, realísticamente hablando, debemos de aceptar que lo que tenemos y la forma que opera es sencillamente mediocre.
2- RECOPE debe de ser, de inmediato, por decisión de su Junta Directiva -Consejo de Gobierno- y por decreto ejecutivo, abierto a la competencia. Si no es un servicio esencial para el país, entonces no merece ni se justifica que sea un monopolio.
La decisión del Tribunal Superior de Trabajo nos abrió los ojos ante esta realidad. RECOPE no tiene ninguna razón para existir como monopolio del estado. Hay que acabar con este monopolio y permitir que esa institución compita en un mercado abierto. No me cabe ninguna duda, absolutamente ninguna, de que RECOPE sobrevivirá de forma exitosa en un régimen de competencia. Esta es una decisión que se debe de tomar ya y no esperar a un referéndum para hacerlo.
Y como corolario, tanto en el MEP como en RECOPE, nos quitamos de encima las nefastas e impunes consecuencias que tienen para el país sus huelgas. Un bonus extra nada despreciable…
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