La larga carrera hacia la pensión
La jubilación es uno de los momentos más importantes en la vida, pues se trata de un cambio en el estilo de vida que trasciende el ámbito laboral. Muchos costarricenses, aguardan con marcada desesperación cumplir con las legítimas 462 cuotas que exige la Caja Costarricense del Seguro Social para acogerse al disfrute de la ansiada pensión La gran mayoría pertenecen a la clase media baja nacidos en 1958.
Evidentemente, alcanzar la meta no es nada fácil, en buena teoría, se requiere haber cotizado durante 39 años y cumplir con la edad, en el caso de los hombres 61 años y 11 meses. No obstante, en esta gran carrera, se dan muchas maniobras o estrategias de parte de personas que quieren desertar de la carrera y de hecho lo logran y se retiran algunos kilómetros antes de la meta, en este caso, algunos años antes. Algunos toman atajos, mayormente el de la invalidez para con base en su discapacidad física evitar correr los últimos kilómetros finales de esta extensa y agotadora carrera.
Igual que en el atletismo, otros optan por correr menos kilómetros. Hoy día existe la posibilidad de correr cinco, diez o veintiún kilómetros, al fin y al cabo siempre se obtiene la preciada medalla, en tanto que hablando de obtener la pensión algunos adelantan cuotas, o bien, se cansan de correr y se detienen antes de lo pactado, aceptando el castigo de percibir una remuneración más baja.
Sin embargo, la jubilación no es algo en lo que particularmente nos guste pensar. La jubilación es la confirmación final de que nuestra vida está llegando a su fin lentamente. Simboliza el hito no deseado pero inevitable de que pronto sonará la campana.
No obstante, la jubilación es una etapa natural al final de tu vida laboral. No debe temerse terriblemente sino que debería ser bienvenida como la recompensa debidamente merecida por una vida laboral exigente. La jubilación no significa estancamiento o incluso decadencia. Todavía podemos pasar algún tiempo trabajando en diferentes proyectos si lo deseamos.
Como dijo Dwight L. Moody “La preparación para la vejez debería comenzar no mucho más tarde que en la adolescencia. Una vida que está vacía de propósito hasta los 62 años no se llenará de pronto en la jubilación.”
Una de mis películas favoritas es Ben Hur con dos grandes protagonistas Charlton Heston como Judá Ben Hur y Stephen Boyd como el odiado Messala.
Casi al final de la película, Messala, agónico, luego de ser vencido por Ben Hur en la carrera de cuadrigas le dice: – “la carrera aún no termina”.
Querido amigo jubilado… tome nota: “LA CARRERA AUN NO TERMINA”
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