Buen momento laboral.
En lo que llevamos de tiempo desde la entrada en vigencia de la reforma procesal laboral y hasta la fecha, los costarricenses hemos observado y algunos participado activamente luchando por lo que se cree que es justo. Evidentemente hay criterios encontrados, pero, desde un punto de vista positivo, la sana y pronta discusión en cuanto al derecho del trabador es acertada en el sentido que produce que la misma Nación que pensó y repensó la publicación del Código de Trabajo en 1943, ahora de manera natural se ve obligada a sacar chispas jurídico – sociales para regenerarse y evolucionar sin perder de vista las garantías fundamentales Constitucional y Convencionalmente adquiridas.
Los costarricenses debemos leer bien los tiempos y aprovechar el momento para tomar decisiones que impacten de la mejor forma a nuestra generación presente y venidera. Coincidentemente La Organización Internacional del Trabajo, en la celebración de su centenario, ha compartido un informe de la Comisión Mundial sobre el futuro del trabajo, que efectivamente confirma que nuestras discusiones son sumamente válidas y de gran actualidad y mucha responsabilidad por los efectos del muy corto, mediano o largo plazo.
Es un informe rico e importante y su enfoque busca la generación del sentido de urgencia en cuanto a las transformaciones del Mundo del trabajo, y la promoción de sanos debates relativos a: Aprovechamiento del momento, La inversión en las capacidades de las personas, La inversión en las instituciones del trabajo, La inversión en trabajo decente y sostenible.
Se resalta la necesidad de generar trabajos dignos pero sobre todo aquellos que generen en las personas: identidad, pertenencia, propósito y que los saquen de situación de exclusión social. También se hace referencia al análisis sobre aspectos tales como las transformaciones del mercado de trabajo debido a la tecnología, la transición al medio ambiente sostenible y el cambio demográfico. Este interesante informe se encuentra accesible en la página web de la OIT, y en el futuro podríamos bien comentar sobre los otros aspectos que mencionan.
Los retos son muchos, pero si todas las autoridades del Estado, La empresa privada y todos los habitantes asumimos responsabilidades, podremos marcar la misma diferencia que generamos en 1943. Finalmente, tengamos cuidado, sigamos el sabio consejo de no remendar vestidos viejos con telas nuevas porque el remiendo podría terminar en una rotura peor.
Hagamos las cosas bien pensadas.
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