Cambió el kilo.
Durante 130 años un objeto, llamado Gran Kilo o kilogramo original, fue el referente para todas las mediciones de masa.
Resulta que hace unos años los científicos alertaron de que este objeto había cambiado y pesaba menos. Concretamente, unos 50 microgramos menos, el equivalente a un pequeño grano de arena, imperceptible para la vida cotidiana pero problemático para el mundo de la ciencia.
Entonces el año pasado el Comité Internacional de Pesos y Medidas decidió que el estándar del peso ya no será un objeto físico, sino que se redefinirá mediante una constante matemática altamente precisa.
Ahora el nuevo peso del kilogramo se medirá con electroimanes, ya que existe una relación directa entre la electricidad y el peso, ya que la fuerza que ejerce un electroimán es proporcional a la corriente eléctrica que pasa por sus bobinas.
Pero si bien esta noticia es interesante, para mi lo, es más, conocer que El kilo original, establecido en 1889, es un molde en forma de cilindro, del tamaño de un huevo, compuesto por un 90% de platino y un 10% de iridio, del que se hicieron solo seis copias que fueron repartidas por todo el mundo.
Este prototipo internacional se guarda en Sèvres, cerca de París, protegido por tres campanas de cristal en una caja fuerte. Para abrir la caja se necesitan tres llaves, que están en manos de solo tres personas que deben estar presentes simultáneamente.
Bueno, imaginamos que ahora que ya no el Gran K no pesa un kilo y que fue superado por la tecnología, no tendrá que ser tan celosamente resguardado.
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