La reactivación económica.
Pareciera ser el tema de nuestros días, lo reclama el pueblo, las cámaras patronales, la sociedad civil, los partidos, los sindicatos. Una economía sana y creciente genera estabilidad social, crecimiento y desarrollo en cualquier sociedad, es la base misma de la democracia, pese a que la mayoría de los políticos no lo entienden, de ahí las permanentes cortinas de humo en temas no prioritarios y leyes intrascendentes.
No es bajar niveles de tramitología, tapar huecos de las calles o aprobar eurobonos como lo entiende el gobierno, es más, mucho más que eso. Reactivar la economía es fortalecer a las pequeñas y medianas empresas, emprendimientos y cooperativas, otorgándoles crédito oportuno y a bajos intereses, asesorarlas, encadenarlas, orientándolas hacia las exportaciones. Este enunciado de variables generales permitirá al menos mas empleo, mas divisas, más impuestos y se reduce la criminalidad, al menos en delitos de orden patrimonial. La ecuación es práctica: producir más y distribuir mejor.
Hoy tenemos señales peligrosas en el horizonte, se restringió el consumo, se paralizó el crédito, cierres y quiebras de cientos de empresas, 76.000 emprendedores suspendieron operaciones el año pasado, paralización de la inversión y retiro de transnacionales a sus países de origen. Esto genera desempleo masivo, 13% actualmente, el más alto de los últimos cuarenta años, sub empleo, casi 30.000 profesionales que buscan trabajo y más de un millón de trabajadores informales, esto es grave, muy grave.
Como consecuencia de lo anterior, han aumentado los niveles de criminalidad en delitos de legitimación de capitales, lavado, robo, hurto, estafas y demás delitos económicos, esto, debe controlarse.
No es con más impuestos como se arregla una economía, en las próximas semanas, entrara en vigencia el IVA y ya hay resultados poco alentadores, no se puede continuar con la voracidad fiscal, antes debe de racionalizarse el gasto público, regular los mega salarios y pensiones de lujo, bajar los precios de combustibles y electricidad, reducir los viajes al exterior, controlar las transferencias y los superávits no utilizados, mejorar la recaudación y bajar el nivel del contrabando. Si no hay medidas drásticas YA, la situación tiende a empeorar y las soluciones cada vez serán más difíciles,
Es hora de hacer, hora de actuar, hora de emprender….estamos a tiempo
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