A 157 años del crimen de Estado que aún nos avergüenza
Don Juan Rafael Mora fue asesinado en Puntarenas, el miércoles 30 de setiembre de 1860. A las tres de la tarde, su cuerpo se desplomó, la arena se tiñó de rojo, la república se manchó por siempre. Es la página más atroz de nuestra historia.
Su sacrificio no fue en vano, pues el mismo presidente Mora nos enseñó que “la sangre de los mártires de la libertad y la soberanía, es el germen fecundo de inmensos bienes” para la madre Costa Rica.
La Academia Morista Costarricense nos convoca a celebrar el pasado y construir el porvenir: a una nación se la valora por la calidad de las personas que produce pero también por los ciudadanos a quienes honra. Hoy comienza la Semana Morista 2017, que organiza esta corporación docta, de bien público.
En escuelas y colegios se estudiarán el pensamiento y la trayectoria vital de nuestro Libertador. Escritores e intelectuales centroamericanos realizarán un simposio literario en torno a nuestro Héroe Nacional y su época, ya que la narrativa ficcional vivifica la frialdad historiográfica. En el Museo Calderón Guardia se abrirá una exposición de pinturas, esculturas, reliquias y libros, titulada “Visión múltiple del Padre de la Patria”.
El Poder Legislativo efectuará una sesión especial en el plenario del parlamento, para reflexionar sobre el legado ideológico de este prócer latinoamericano, nacido en San José el 8 de febrero de 1814. En la Sala Juan Rafael Mora del Club Unión se presentará el libro del profesor Tomás Federico Arias Castro, en el que hace un análisis histórico-jurídico del proceso, ejecución y sepelio del presidente Mora y el general José María Cañas.
La cátedra Juan Rafael Mora de la Universidad Técnica Nacional organizará una conferencia sobre “La Puntarenas de Mora y Cañas”. Como lo hacen desde hace 103 años, el 30 de setiembre, educadores y estudiantes puntarenenses efectuarán su acto de homenaje a la memoria de los gloriosos mártires de 1860. En acatamiento a una nueva ley, el Consejo de Gobierno sesionará en la plaza del Pacífico, frente al muelle. Y en la catedral de Nuestra Señora del Carmen se oficiará una Misa de Réquiem por el descanso eterno del presidente Mora, el general Cañas, Manuel Aguilar Cueto, José Ignacio Arancibia, Salvador Guevara, Frutos Mora, Ramón Pasos y demás costarricenses muertos por la patria en Puntarenas, víctimas también de crímenes de Estado en 1860.
Las empresas radioemisoras, que defienden los valores democráticos y las libertades públicas, inaugurarán una tradición cívica anual. A las tres de la tarde del 30 de setiembre, transmitirán la marcha fúnebre el Duelo de la Patria. Cada habitante de Costa Rica podrá dedicar diez minutos a reflexionar sobre la palabra viva del Libertador, con fe inquebrantable en el porvenir de nuestra tierra bendita.
¡En el corazón y la mente del pueblo, Juan Rafael Mora es el Padre de la Patria!
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