Alcemos la Voz, la violencia sexual es un delito
Cuando una víctima recuerda y cuenta la violencia sexual de la cual fue objeto, exige acción, compromiso y recuerdo.
La posición neutral de parte de quién ha escuchado el o los relatos solo favorecen al perpetrador.
El silencio y el secreto son parte de sus estrategias. El perpetrador hace todo lo posible para promover que se olviden sus crímenes y así evadir su responsabilidad.
Se requiere, por lo tanto, un entorno social comprensivo para proteger a la víctima, para reparar sus sueños, sus esperanzas, su vida.
Los servicios de atención deben estar dispuestos a brindar el acompañamiento requerido, sin revictimizaciones y acorde a las necesidades de cada una de ellas.
Ninguna niña o mujer adulta debe ser víctima de un agresor sexual. La violencia sexual es un delito. La impunidad no puede ser una opción. Tolerancia cero con el agresor.
Este es un mensaje del Sistema Nacional para la Atención y Prevención de la Violencia contra las Mujeres y la Violencia Intrafamiliar y el Instituto Nacional de las Mujeres, INAMU.
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