Alto a la violencia

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La violencia solo genera violencia y no se deben tolerar los discursos de odio porque Costa Rica es un país de paz y no de guerra.

El ambiente está tenso en Costa Rica: hay una crisis con el tema de los refugiados, el gobierno no pareciera tomar en serio cartas en el asunto, delincuentes haciéndose pasar por refugiados, autoridades migratorias que no están filtrando bien a los delincuentes y personas que sí necesitan refugio pero están siendo catalogadas como delincuentes; en síntesis la situación está muy confusa.

En 1980, Fidel Castro liberó a maleantes para que salieran de Cuba y se fueran a los Estados Unidos, utilizó una frase lapidaria: “No los queremos, no los necesitamos”. En efecto, la película de los años 80 “Cara Cortada” con el famoso actor Al Pacino, tiene que ver con los conocidos “marielitos”, delincuentes liberados de las prisiones cubanas con la única condición abandonar Cuba e ir a los Estados Unidos.

Pareciera que Daniel Ortega ha hecho lo mismo. Da la impresión de haber liberado a maleantes de las prisiones en Nicaragua y los ha enviado a Costa Rica. De otra forma no se podría explicar la explosión de delitos aparentemente cometidos por ciudadanos de nacionalidad nicaragüense; hechos que han puesto la imagen de Costa Rica en una posición muy complicada a nivel internacional. Tan grave es la situación que hasta países como España han advertido a sus ciudadanos de tener cuidado cuando viajen a Costa Rica.

Sin embargo, no se puede generalizar ni decir que todos y cada uno de los nicaragüenses, o por lo menos la mayoría, que han solicitado refugio en Costa Rica sean unos delincuentes, solo porque Daniel Ortega, en apariencia, libera delincuentes de sus prisiones y los envía a Costa Rica.

La mayoría de esos seres humanos son honestos, trabajadores, que están siendo perseguidos por un tirano, sus opositores familias están siendo asesinados y, quienes logran escapar, dejan familiares atrás, quienes son acosados y sufren más violencia.

Es inaceptable que costarricenses que crecieron en un país de paz y solidaridad, promuevan valores contrarios a la democracia; el pasado sábado 18 de agosto, cuando se dio la marcha contra los inmigrantes, algunos participantes en ella hasta se vistieron de nazis y portaban la esvástica.

Hay que traer a las autoridades migratorias a cuentas, en especial a la Comisión de Visas Restringidas y Refugio, junto con la Directora de la Dirección General de Migración y Extranjería, para que aclaren la situación al país.  Cuando comparecen ante los diputados, las autoridades dicen que todo está bien pero las noticias diariamente nos dicen otra cosa.

Hay que parar la violencia y dejar la xenofobia de lado pero también el gobierno debe definir una política solidaria, objetiva e inteligente, de cara a la migración masiva de nicaragüenses hacia nuestro país.

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