Ante una irreflexiva y cuestionable libertad

¡Cuántos males sufre la humanidad! Pero la manera más acertada de afrontarlos es buscando sus causas, sus raíces y sus reales consecuencias.

La eventual legalización del aborto por la libre; acttualmente, no contemplado en la legislación penal, abre todo un análisis, desde un punto humanitario de las que serían sus reales consecuencias, en la vida gestante y en la salud física y mental de la madre.

Al ser humano de recién concepción, se le juzga y condena por el lugar que ocupa en su desarrollo biológico y así se le niega su legítima humanidad. En una era en donde se exaltan los derechos humanos ¿Cuál sería su propósito real al negar el derecho por excelencia, el derecho a la vida?  ¿El de aniquilar “legalmente” a los que se les considera “no merecedores de la vida”, solo por su nivel de desarrollo biológico de no nacidos? 

La mayor incidencia de embarazos, no llega a ser el de las víctimas inocentes, que fueron embarazadas repudiablemente y hasta en violencia; a veces, por personas de su confianza.  A ellas se le debe dar un gran apoyo humanitario, protección y una posibilidad real de dar en adopción a ese ser humano que se desarrolla en su vientre, quien también este es víctima inocente y la aplicación de la justicia al agresor.

El problema real y mayoritario surge de una permisiva y mal llamada “libertad sexual”, dirigida especialmente a la mujer, aunque afecta directamente a la pareja humana y que los lleva a considerarse “sujetos inevitables del sexo genital” y que les impide alcanzar un amor mutuo, que implique espíritu y cuerpo como el alma del encuentro.

No se trata de negar un derecho; para los creyentes, regalo de Dios y para quienes no lo son, regalo de la vida; sino que ese derecho alcance su plenitud y responda con justicia ante una concepción.

¿Se han informado; especialmente algunas mujeres, quienes han recurrido al  aborto hasta como un método anticonceptivo; de los reales riesgos físicos y psicológicos que esa acción les va a arrear y acompañar el resto de sus vidas?

Asimismo ninguna intervención relativa al aborto; incluso la  quirúrgica; puede garantizar un alto porcentaje de seguridad de vida y esa, su vida, es la que exponen las mujeres al someterse a este procedimiento.

La mano que ejecuta estos abortos médicamente injustificables, puede garantizar:

¿Que la mujer despertará con vida de la anestesia o que ésta no le podría causar; ante una eventualidad; daño psicológico? ¿Puede garantizar que no habrá riesgo alguno de hemorragia, de peritonitis, de lesiones en vagina y útero, ni incluso… un peligro de muerte?  ¿Puede garantizársele a la mujer que su aparato reproductivo, al ser así intervenido, no le causará problemas en su sano funcionamiento e incluso la infertilidad?

¡ATENCIÓN! Especialmente mujeres…el aborto injustificado por la ciencia médica responsable: ¿Es libertad…o más bien de por vida una solapada y riesgosa esclavitud?