Apocalipsis

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La antigua frase romana: “si vis pacem, para bellum”, “si quieres la paz, prepárate para la guerra”, es una frase de Flavius Renatus Vegetius, escritor de la época del emperador Valentiniano II a fines del siglo IV, de un libro “De Rei Militaris”(De las cosas de las Milicias). Esto quiere decir que si un país no quiere ser atacado, debe demostrar que cuenta con un ejército fuerte.



“Ahora me he convertido en la Muerte, Destructora de Mundos». Ese fue el fragmento del libro sagrado hindú Bhagavad-gītā que se le vino a la mente a Robert Oppenheimer, el 16 de julio de 1945, tras presenciar la primera explosión nuclear en una prueba cerca del pueblo Alamogordo en Nuevo México.

Este fue el principio de la era nuclear, la misma que vería el horror de Nagasaki e Hiroshima, el temor de la Guerra Fría y el fallido intento por evitar la proliferación nuclear.

Se calcula que hoy en día existen 15.800 armas nucleares, de las cuales Rusia posee 7.500, Estados Unidos de América 7.200, Francia 300, China 260, Reino Unido 225, Pakistán 130, India 120, Israel 80 y Corea del Norte 10. Todo este poderío alcanzaría para destruir la vida en este planeta muchas veces.

La detección del disparo de un solo Misil Balístico Intercontinental Nuclear en cualquier parte del mundo, activaría un sistema automático de defensa por el país atacado y comenzaría un intercambio de disparos que en pocas horas vaporizaría miles de millones de seres vivientes en el mundo, produciendo posteriormente el invierno nuclear, en donde el humo impedirían la entrada de los rayos del sol y el mundo se vería sumido en la oscuridad y el frío. Parece ser que las únicas sobrevivientes, aparte de algunos organismos bacterianos, serían las cucarachas, quienes pueden soportar hasta 15 veces la radiación nuclear.

Las cucarachas, al igual que los mamíferos sobrevivieron a los dinosaurios, sobrevivirán a los humanos y en unos cuantos miles de años se convertirían en la especie dominante de este planeta, (un poco como la cucaracha que aparece en la película Hombres de Negro).

De manera que no quedará nadie vivo para contar la historia de la III Guerra Mundial y sobre todo nadie recordará que quizá fue un megalómano de un país comunista oriental quien disparó el primer misil.

Cada vez que usted mate uno de estos bichos, piense en que éstos serán los únicos sobrevivientes de este bello planeta, los cuales, a diferencia de los dinosaurios quienes fueron aniquilados por el choque de un gran meteorito, fuimos los seres humanos los que destruimos la vida en este planeta. Posiblemente a las cucarachas, les corresponderá reiniciar un nuevo ciclo de la vida en este maravilloso planeta que llamábamos Tierra.

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