Apoyar para surgir de la turbulencia
Hoy en Costa Rica, necesitamos unirnos, para construir una gigantesca operación social. Rehacer nuestro país. La falta de empleo ha expandido violentamente la pobreza, en todos los sectores del país.
Todos de alguna manera, pero sobre todo los jóvenes universitarios, tienen en sus manos una parte importante, de estas iniciativas por su inmensa capacidad de servicio.
Mies de escuelas, centenares de jóvenes, no han podido continuar sus estudios. Esto hace que muchos jóvenes, están necesitados de ayuda, para resolver sus problemas, mejorar sus escritos, leer con mas intensidad, aprender un idioma , resolver los problemas matemáticos, y sobre todo saber razonar correctamente y estudiar mejor.
Todas esos estudios, de tantos jóvenes pueden ser apoyados por pequeños equipos de universitarios, con el permiso adecuado y la guia de los academicos, que tienen un mayor conocimiento de diferentes estudios y que pueden ayudar a mejorarlos.
La solidaridad es la palabra clave de hoy, y de mañana, en el alma de los jóvenes de Costa Rica. Allí está el futuro de nuestra patria, del combate de la pobreza, del trabajo conjunto y discreto, así como, de la paz social de nuestro país.
El trabajo solidario, el voluntariado de los jóvenes, es de muchísima importancia en estos momentos. Costa Rica cuenta con ustedes, porque con el aporte solidario pueden dar una luz brillante, para un mayor y mejor entendimiento en nuestro país, ocupándose con interés por el necesitado.
¿Por cuál razón es eso? Debido a las grandes necesidades, que tiene muchos sectores en nuestro país. Por la experiencia de los jóvenes, en el trabajo social, y por la existencia de programas de horas estudiante, que colegiales y universitarios donan a la sociedad. Los universitarios, en unión con sus instituciones , pueden ser capaces de un gran un aporte para combatir la ignorancia, la pobreza y la desesperanza de estos días.
Aquí desde la radio, para toda Costa Rica, hacemos un llamado para que todos nos unamos, en pequeñas burbujas solidarias, pequeños grupos de trabajo, para acudir junto a las casa, junto a los ríos, o en las aulas escolares, de manera que unidos, en esperanza, podamos cooperar, un poco con los sufrimientos dolorosos de muchos de nuestro habitantes.
El reto educativo que ciertamente es tan difícil de enfrentar, necesita del urgente apoyo de pequeños equipos emergentes solidarios, que ayuden al educador y los padres de familia con respeto e iniciativa solidaria.
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