Aprendiendo a vivir en el 2021

Los seres humanos tenemos capacidades extraordinarias. Cada uno de nuestros átomos tiene suficiente energía para iluminar al mundo entero, pero nuestro piloto automático nos hace obviar lo más evidente, cosas como respirar, caminar y tener salud. ¿Es este un año para olvidar? ¡Dios guarde! Este año es para recordar, para saber que todo aquello que dábamos por sentado, por obvio, no era tan irrelevante ni tan obvio como pensábamos.

Este año nos quitó personas, algunos inclusive casi perdimos la vida, pero en esa pérdida de seres queridos y de casi haber perdido la vida, volvimos a nacer. Somos como el sentimiento del 31 de diciembre a las 1150pm, como la bola iluminada en Nueva York bajando en la cuenta regresiva, como el sentimiento de asombro de despertarnos el 31 por la mañana y saber que en Nueva Zelandia ya es primero de enero.

Sí, somos afortunados, por estar con vida y entender que el sustento proviene Del Creador. Algunos habremos tenido Covid 19 y haber sido afectados por el virus, pero la mayor afectación no es el coronavirus, es nuestra actitud hacia la vida.  

Poco a poco el 2020 parte por la puerta chica, aunque tan solo hace 366 días entraba por la puerta grande. Al final de cuentas, no es tanto el año en sí como nuestra actitud. El cambio de año es tan solo eso, una medida fijada para establecer otra vuelta más alrededor del sol.

Este 31 diciembre es el momento perfecto para tener como resolución para el 2021 comenzar a vivir con principios y dejar de preocuparnos por el qué dirán, por el dinero como si fuera lo único, o cualesquiera otros centros de vida que tengamos pero que no sean los principios.

Todos esperan con ansias el 2021, reaccionando a las emociones del momento, pero, ¿no sería mejor recibir el 2021 de manera proactiva con herramientas para triunfar?

Quizá una de las razones por las cuales dejamos al 2020 es porque en el fondo, el planeta ha experimentado ese 2020 de manera colectiva, pero, ¿no hemos pasado nosotros nuestros 2020 de manera personal como aquellos que atraviesan desiertos mientras otros descansan en los oasis?

Tal vez esa sea la diferencia del 2020, que, por primera vez en mucho tiempo, todos pudimos ver que el pasto del vecino no está más verde que el nuestro, porque todos tenemos problemas, solo que algunos los disimulan y otros simplemente lidian con ellos desde una base de un yo auténtico, de mi propio ser.

Se ocultará el sol del 31 de diciembre, pero ese será el momento perfecto para que el primero de enero en el alba de nuestra alma, surja el sol interno de los principios, los vañores y un esperanzador 2021.