Aquí no vale quitar el hombro
El trabajo en una empresa privada o en las instituciones públicas, requieren de un palabra clave: Responsabilidad.
Todos los que estamos en cualquier actividad, sea grande o pequeña, tenemos que ejercerlas guiados por principios fundamentales de ética. Debemos hacer un ejercicio correcto de cada una de nuestras acciones, desde prender el fogón hasta apagar la última maquina al final del trabajo, de manera tal que nuestro lugar de trabajo quede seguro y sin peligros ni accidente alguno.
El que maneja un inmenso camión, como la conserje, que limpia con gran esfuerzo el piso de una escuela, están vinculados al ejercicio de la responsabilidad , en cada uno de sus pequeños o grandes actos. Pero sobre todo, tenemos el deber de cumplir con nuestras responsabilidades y así haremos un trabajo bien realizado, cuidando todos los detalles y sobre todo, cuidando nuestra actividad, como un espejo de corrección, ante nuestros compañeros y también ante el país.
Todo lo que hacemos, cada uno de nosotros en este país, tiene efectos, sea en un finca en Upala, o en la montaña de Punta Burica, o en el tramo de un mercado en Guanacaste , todo, todo, tiene un efecto social. Los buenos desempeños son marcas positivas sobre el país.
En estos difíciles momentos, todo suma, para bien o para mal; si cuidamos la calidad moral de nuestro actuar, esto tendrá un efecto ejemplar, sobre nuestras familias, compañeros y amigos. Todo es actuar éticamente en nuestras vidas. Hoy este proceder debe reflejarse con ilusión en cada esquina de Costa Rica.
Nuestro país es la suma de cada uno de nuestros esfuerzos individuales y a pesar de las serias dificultades que enfrentamos, debemos emprenderlos con esperanza y optimismo.
Costa Rica necesita que los ciudadanos sean sólidos en sus principios y valores, que sean ejemplares, con ideas e iniciativas, pues entre todos podemos sacar el país adelante. Aquí nadie puede quitar el hombro.
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