ASADA de Río Blanco

A 17 kilómetros de Limón centro se ubica la comunidad de Río Blanco, donde desde hace años se constituyó una asociación que administra el acueducto, lo que conocemos como una ASADA.

Gracias a este tipo de organización dos mil familias, es decir, unas 10 mil personas reciben agua todos los días en sus hogares y lugares de trabajo, algo que sin lugar a dudas mejora su calidad de vida, el agua.

Resulta que hace un tiempo los vecinos de Río Blanco se dieron cuenta que, en el plan regulador del cantón de Limón, estaban catalogados como zona industrial, lo que significa la posibilidad de que empresas grandes lleguen a ubicarse cerca de sus casas, lo que implica, entre otras condiciones, una demanda mayor de los servicios básicos.

Ni lerdos ni perezosos los integrantes de la ASADA decidieron hacer un estudio que determinara la cantidad de agua disponible para afrontar una mayor demanda y además, conocer las vulnerabilidades de su acueducto.

Para esto contaron con el apoyo de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental, SETENA, y una vez con esta información, en la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos, la cual conocemos como ARESEP, les ayudaron para definir una tarifa que se destinara para la protección de las fuentes de agua, lo que se conoce como “tarifa hídrica”.

Así fue como la ASADA de Río Blanco es hoy la primera de su tipo en destinar de forma específica una parte del cobro que realizan a sus abonados para proyectos ambientales.

Escuchemos a Giselle Urbina, presiente de la ASADA de Río Blanco.

Doña Giselle nos contó que no fue tan complicado convencer a la comunidad de pagar un poco más en su recibo, con la garantía de proteger uno de los tesoros más valiosos para la gente, como lo es el agua.

A partir de este próximo mes iniciará el cobro de la tarifa hídrica en Río Blanco y nosotros les deseamos que sea todo un éxito y que más ASADA se unan a esta excelente iniciativa.