Fue en diciembre de 1993 durante la Conferencia Mundial de Naciones Unidas llevada a cabo en Viena, Austria en la que, por primera vez, se reconoció que los derechos de las mujeres eran derechos humanos.
Shirley tenía 26 años el día que su pareja la mató a machetazos delante de su hija de apenas 8. Él sabía que ella iba a dejarlo y antes de que esto sucediera, la asesinó en su casa en Naranjo de Alajuela.