Avistamiento de OVNIS

En mayo Scott Bray, subdirector de inteligencia de la Armada de los Estados Unidos, ha contado a los integrantes del subcomité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de ese país que recientemente había recibido la llamada de un veterano piloto naval con más de 2.000 horas de experiencia surcando los cielos.  Este piloto le dijo a Bray que vio un objetivo volador no identificado.

Esta es solo una de las declaraciones de las muchas que han realizado pilotos y tripulantes en las que se consigna la presencia de supuestas naves extraterrestres u objetos no identificados en zonas donde se llevan a cabo maniobras militares.

En la actualidad, gracias a la tecnología, como por ejemplo los drones y la mejor resolución de aparatos de vigilancia ahora es más evidente para algunos que no estamos solos en el universo.

Además, muchos testigos de estos avistamientos han perdido el miedo de informarlos y hasta de describirlos con lujo de destalles.

 En 2021, la Dirección Nacional de Inteligencia publicó un esperado archivo, donde se admitía que los principales organismos militares y de espionaje de los Estados Unidos carecían de elementos para explicar 142 avistamientos hechos entre 2004 y marzo del año pasado.

En junio del año pasado el Gobierno estadounidense estableció cinco categorías que buscan ayudar al estudio de los fenómenos registrados.

En la primera categoría entran globos meteorológicos, aves, vehículos recreativos y objetos de desecho.

La segunda son los fenómenos atmosféricos como cristales de hielo, humedad o fluctuaciones térmicas.

En la tercera categoría entran objetos desarrollados por la Administración o la industria privada armamentística.

En la cuarta están este mismo tipo de sistemas, pero desarrollados por potencias rivales como China y Rusia.

Y en la quinta categoría entra casi todo lo que no tiene explicación, es decir, aquello que sigue siendo un misterio, confiando que los avances científicos permitan clasificarlos mejor en un futuro.

Lo que sí es claro, es que en nuestros cielos suceden hechos inexplicables, que ahora se reportan más que antes y que nuestros científicos corren para encontrarles una explicación.