Bajemos el tono, unamos esfuerzos por Costa Rica
La inseguridad en nuestro país ha sido un problema recurrente en los últimos años. Los índices de delitos como robos y homicidios, entre otros, han aumentado. Las soluciones a este problema incluyen, el fortalecimiento de la seguridad ciudadana a través de la presencia policial física en las calles, capacitación y equipamiento de la policía, aumento de la inversión en prevención del delito y programas sociales para reducir la pobreza, la y la exclusión social; así como la mejora del sistema judicial, para garantizar una justicia más efectiva y rápida. Además, es importante fomentar la participación ciudadana y la cultura de la denuncia para combatir la impunidad
Resulta imperioso señalar, que la contención de la criminalidad es un tema complejo que involucra a muchos actores y factores diferentes. Algunas estrategias que se han utilizado para abordar este problema incluyen, programas educativos, de instrucción, capacitación y formación para diferentes partes afectadas por éstas: víctimas, policías, juzgadores y sociedad en general.
En cuanto a la unión de esfuerzos para resguardar la seguridad ciudadana, es importante destacar que esto es fundamental para lograr una sociedad más segura y justa. Algunas formas en las que se puede lograr incluyendo, el trabajo conjunto entre las autoridades y la sociedad civil, la promoción de valores como el respeto, la tolerancia y el fomento de una cultura de prevención.
Se requieren, además, los recursos económicos, cuyas leyes están vigentes, a saber; los impuestos a las personas jurídicas, la exportación del banano, los casinos y las salidas del país. Sin embargo, el artículo 6 de la Ley de contención del gasto público, impide que nuestras diferentes fuerzas encargadas de la contención del crimen, la investigación técnica y profesional efectiva, la acusación penal, los juzgamientos y la ejecución de la pena, tengan los necesarios recursos, por lo que están siendo vulneradas por esta carencia.
Resulta estéril, el reparto de culpas, la polarización de nuestros habitantes, ni los discursos de odio, que se han popularizado en los últimos tiempos. Costa Rica, merece y nos pide, bajar el tono, unir esfuerzos para afrontar la criminalidad, entre todos.
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