Bandos poderosos en pugna y la grave crisis de Costa Rica por resolver
Sin liderazgo, sin diálogos asertivos, en algunos casos sin sensates y menos aún con responsabilidad patria, se vislumbra el escenario de la administración pública, enmarañada con y entre intereses partidarios, privados y egoístas, que en algunos casos persiguen privilegios, corrupción, la extensión de malas praxis y encubrimiento de la impunidad.
Eso no representa rutas adecuadas para resolver los graves problemas que aquejan la sociedad costarricense, son evidentes las batallas campales en diferentes frentes, donde la intransigencia, los intereses creados y la lucha de poderes, obstaculizan e impiden trascendentales decisiones.
El espíritu negociador en procura del objetivo Supremo Nacional, consiste en encausar la administración pública y estatal en la dirección correcta, expedita, honesta, visionaria y justa en sus tres principales poderes: el Ejecutivo, Legislativo y Judicial, también incluido el Tribunal Supremo de Elecciones, para así resolver los urgentes problemas que aquejan a Costa Rica.
La ciudadanía costarricense observa con desilusión, temor y tristeza, el circo mediático entre los diferentes grupos de poder políticos y privados, en luchas encarnizadas por lograr demostrar cuál es más fuerte y poderoso, sin importar la situación precaria en que se manejan muchas facetas en la administración pública y estatal.
La democracia de Costa Rica se fundamenta en la división de poderes independientes entre sí, en la igualdad y respeto a los derechos fundamentales. Estos principios democráticos no pueden ser desconocidos por persona o institución alguna, incluyéndose a las minorías y mayorías.
En la actual coyuntura la comunicación eficaz juega un papel preponderante y estratégico, consiste en buscar elaborar un mensaje interesante tanto para el emisor como para el receptor, donde la primicia debe ser, que es mejor convencer que vencer, “hablando se entiende la gente”, sentencia el sabio y viejo refrán, hablar con respeto sin adjetivos negativos y menos ofensivos.
Los calificativos negativos y expresiones que pudieran ser interpretadas como tendenciosas, provocan un estado de alerta y de animadversión hacia el mensaje, por el contrario, las palabras particularmente amables, respetuosas tienden a convencer y hasta lograr el apoyo que se requiere y por qué no, hasta sugerencias para juntos generar las mejoras que Costa Rica necesita.
Estimados y respetados altos funcionarios de los tres poderes de la República, Tribunal Supremo de Elecciones, empleados públicos y estatales, extensivo a la empresa privada, es evidente la preocupación, malestar y repudio ciudadano, ante el circo mediático que algunos se han empeñado en dar solo para demostrar quién es más poderoso y quién vence a quién.
Hoy Costa Rica necesita un alto a esa insensata contienda entre grupos de poder; Costa Rica necesita, urge del estudio respetuoso de las diferentes propuestas para lograr las mejores soluciones en beneficio de las mayorías, se necesita una eficaz y respetuosa comunicación.
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