Beatriz Flamini pasó 500 días aislada
¿Se imagina pasar 500 días aislado y sin quiera tener luz natural?
Pues eso vivió la deportista española Beatriz Flamini, de 50 años de edad y quien
finalizó esa prueba, hace apenas una semana.
La razón por la cual Beatriz se sometió a dicho experimento fue para conocer el impacto del aislamiento social y la desorientación extrema en la percepción del tiempo de los seres humanos.
En la iniciativa participaron equipos de psicología experimental y fisiología del comportamiento de la Universidad de Granada y especialistas en neuropsicología clínica de la Universidad de Almería y de Kronohealth.
A pesar de que Beatriz ha estado los 500 días en el interior de esa cueva sin contacto con otros o el exterior, la madrileña no ha estado sola. Un equipo que previamente se encargó de preparar la zona y un plan de emergencias, le suministró alimentos y agua para satisfacer sus necesidades.
Además, durante todo este tiempo la mujer fue monitorizada y su desafío se grabó para realizar una serie documental en la que se podrá ver su vida cotidiana en la cueva, desde los ejercicios y comidas hasta sus cambios de humor a causa del aislamiento.
Flamini ha contado que a los dos meses perdió la noción del tiempo y que pensó que había estado en la cueva entre 160 y 170 días. «Hubo un momento en que tuve que dejar de contar los días», dijo ella a los medios de comunicación.
Uno de los momentos más duros llegó cuando se produjo una invasión de moscas en el interior de la cueva en la que se encontraba recluida que, según ella, la cubrieron por completo. También la atleta de deportes extremos dijo que sufrió «alucinaciones auditivas».
Para entretenerse Beatriz explicó que Comía, leía (dice que leyó sesenta obras), tejía, escribía mucho y pensaba en llevar a cabo nuevos proyectos.
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