Carlos Alvarado no es el culpable de los problemas de la Caja.
Se ha expresado y hasta hecho burla que por medio de micrófono abierto, el Presidente Carlos Alvarado Quesada dijo que no había dinero en la Caja Costarricense del Seguro Social. Esto no es algo nuevo, la institución, desde hace muchos años, ha venido en sus finanzas y otros campos de mal en peor. Decir que la crisis de liquidez de la Caja es culpa del señor Carlos Alvarado no solo es un argumento mezquino, sino además completamente contrario a la realidad.
La opinión pública se tiene que formar de manera responsable, buscando en la medida de lo posible la objetividad y el uso de la politiquería con noticias falsas, acusaciones infundadas e injusticias, no debe ser aceptado por personas decentes. Todos tenemos derecho a ser tratados con respeto, incluido el señor Presidente de la República. La base de cualquier Estado radica en el respeto a la ley y también a los principios sobre los cuales este fue construido.
Algunos confunden la gordura con la hinchazón y no atacan a la figura del Presidente sino a Carlos Alvarado Quesada como persona. Esto está mal, porque se pierde la diferencia entre la envestidura y la persona. Como solía decir a mis estudiantes, en el momento en el cual el ataque deja de ser contra los argumentos y se va contra las personas, ahí terminó el debate, porque quien insulta demuestra haberse quedado sin argumentos.
El problema de la Caja va más allá de la Administración Alvarado Quesada y tiene que ver con la irresponsabilidad de no moderar el gasto de la institución. La maximización de los escasos recursos debería la estrella que oriente el quehacer de esta estratégica institucional social. Se necesita más personal profesional y técnico y menos administrativo.
Algunos sindicatos defienden sus privilegios, pero no a los usuarios. Los sindicatos atacan a Carlos Alvarado, con discursos ideológicos, buscando generar resentimiento, pero no realizan propuestas reales ni factibles. Los sindicatos no salen a defender los intereses públicos ni a hacer propuestas viables, que no impliquen un aumento en las ya pesadas cargas parafiscales que pagan los asegurados para hacer frente a los problemas de la institución.
En reiteradas ocasiones he criticado al señor Presidente de la República cuando, en mi criterio, no ha hecho las cosas bien, pero tampoco me puedo quedar callado cuando buscan culparlo injustamente de lo que no es para nada responsable.
En tiempos de pandemia no necesitamos mentiras, ni ataques ideológicos, necesitamos unión, respeto y solidaridad. Ya habrá tiempo para que algunos politiqueen, aunque la verdad Costa Rica ya está harta de los politiqueros y sus reprochables prácticas. Realmente lo que queremos y necesitamos son verdaderos Políticos. Los buenos políticos convencen con propuestas, no con mentiras y engaños a la ciudadanía.
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