Celular y conducta adolescente
Muchas familias enfrentan dinámicas violentas debido al mal manejo del celular tanto en niños como adolescentes.
Una vez que los jóvenes tienen en sus manos este dispositivo, no quieren obedecer horarios, restricciones de contactos, están expuestos a la pornografía y algunos hasta hacen bullying a sus compañeros, y sobre todo se encierran en un mundo de una pantalla en el cual no cabe el diálogo familiar; así como, la cooperación en actividades de estudio, familiares y domésticas.
Lo más grave es cuando algunos hijos se lanzan de manera violenta hacia sus padres o cuidadores. Casos donde se les pide el aparato para ponerse a estudiar o ayudar y la respuesta es airada y hasta violenta como tirar patadas a sus mayores, golpes mordiscos, gritos e insultos.
Se trata de un cuadro de frustración con un alto grado de inmadurez en el manejo de la frustración ante el retiro del celular,. En estos momentos se ponen a prueba los límites y los valores de crianza.
Esos son los momentos donde hay que hacer un alto y entender que el adolescente no puede manejar su celular sin control alguno. No puede pasar por alto el respeto, la responsabilidad y las reglas de convivencia.
Respuestas casi que obsesivas en el uso del celular llevan con facilidad a desarrollar una significativa y muy perjudicial adicción a este aparato, aunado a video juegos. Impidiendo con esta adicción la convivencia sana, socializar con su grupo de iguales, así como en el hogar.
Quienes se enfrenten a sus hijos y les quieran quitar el celular porque ven deteriorada su conducta y desarrollo, no deben tener miedo. Se debe ignorar el “berriche”, y se actúa con firmeza para establecer los necesarios l-imites.
No tengan lástima si argumentan que todos tienen celuar y ellos no o cualquier otro argumento orientadado a que le entreguen de vuelta el celular. Lo primero que el joven debe hacer es trabajar la obediencia, el cumplimiento de los deberes educativos, la paz familiar y en especial la colaboración en la familia. Recordarles que el celular no es de su propiedad. Es un préstamo que brindan los padres pues son ellos quienes pagan y mantienen la mensualidad. Por lo tanto son los adultos quienes deciden su uso y destino
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