¡Con la mirada fiera!

Siempre es más fácil ser generoso con el dinero ajeno que ser ahorrativo y cuidadoso en lo que se gasta. Siempre es más fácil crear gastos y proyectos, instituciones y servicios sin conocer su costo ni de dónde saldrán los recursos para mantenerlas. En año electoral se gasta y se gasta tradicionalmente.

Ser generoso gastando el dinero que no es de uno ha sido tradicional de algunas agrupaciones políticas. Ser espléndido con el dinero que otros ganan trabajando duramente ha sido la forma de atraer votantes a las tiendas del partido en cuestión. Si no había ingreso tributario suficiente, lo fácil era pedir prestado hasta el infinito, no ajustar el gasto ni su crecimiento. El país demanda seriedad y no gastar cuando no hay dinero.

 De acuerdo con los entendidos, el hueco fiscal llega a casi once mil millones de dólares y las consecuencias de este déficit en el sistema económico es conducente a una catástrofe.

¿Cómo llegó Costa Rica a esta situación?  Por gastar por encima de los ingresos tributarios y pedir prestado hasta llevar la deuda a cerca del 80% del Producto Interno Bruto. Así las pensiones que se pagan con cargo al presupuesto de Costa Rica, son ya el 11,5% del mismo y suman un 3,6% del PIB y montan cerca del 90% del déficit primario del país.

Los beneficiados de los pluses señalan que estos no son causa del déficit fiscal. Pero ya éstos suman mil quinientos millones de dólares al año aproximadamente, llegando al 13% del gasto total presupuestado por el país y son en consecuencia un 4% del producto interno bruto.

Entre pensiones con cargo al presupuesto nacional y los pluses el gasto llega al 7,6% del Producto Interno Bruto. Casi equivalen al cerca del 8% de déficit fiscal del 2020.

Como los ingresos tributarios no alcanzan y los impuestos llegan a cerca del 58,5% en este país, ya no se deberían subir más, por lo que nuestros gobernantes decidieron seguir gastando, pero endeudándonos. Esto ha ocasionado que el servicio de la deuda, amortizaciones e intereses pagados lleguen a sumar el 94% del total del ingreso tributario.

 El país aguanta cambiar una deuda por otra más barata o de plazo de pago más largo, pero ya no aguanta deudas adicionales. El servicio de la deuda llega ya al 42% del gasto total presupuestado y monta cerca del 13,3% del producto interno bruto.

Pensiones, pluses y servicio de la deuda suman cerca del 21% del producto interno bruto. Ustedes juzgarán la magnitud del problema que esos tres disparadores generan al país.

El país debe de corregir su camino. Los gastos excesivos tienen a Costa Rica en una total ruina, esto se debe arreglar ya.