Conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer
En la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, recordé la historia de una niña que veía en otra un poco mayor, un ejemplo a seguir, la vio liderar y participar en elecciones escolares, la vio convencer a los demás, la vio trabajar y ganar.
Eso la impulsó a seguir sus pasos y tiempo después se atrevió a aspirar y ella también logró triunfar. Hoy esa niña se ha convertido en una profesional exitosa que con su trabajo inspira a otras a seguir sus sueños, reconociendo que para cumplir nuestras metas en un mundo tan desigual lleno de barreras y desafíos para las mujeres, no es, sino unidas, que lograremos avanzar.
Las grandes luchas que hoy nos permiten votar, trabajar, estudiar y decidir libremente han sido las conquistas de mujeres valientes que se atrevieron a cambiar el mundo, algunas lo hicieron solas, pero fue en racimo cuando obtienen los mejores resultados; hace 100 años las sufragistas, hace 25 años la creación del INAMU fue otra conquista y hoy, no una, sino dos mujeres desde el Gobierno somos las responsables de dirigir el crecimiento y la consolidación de esos logros.
Hemos demostrado que sí apodemos trabajar juntas y hacer grandes cosas, que acercando a más mujeres que antes no tenían voz, podemos seguir avanzando y construyendo un país más seguro, con nuevas y mejores oportunidades, un país libre de violencia y discriminación.
Esa niña de la historia inicial es un referente para que todas pensemos que nos miran y que podemos ser agentes de cambio; esa mujer que es la protagonista de su vida, fue capaz de convertir esa admiración en su motor para alcanzar sus sueños y hoy sigue desde cerca a esa otra un poco mayor, que aun la inspira con su ejemplo y que hoy …es la Ministra de la Mujer; pero la mejor parte de esa historia, es que ahora soy yo, la Ministra, quien se siente motivada por ella para seguir protagonizando la construcción del mundo en el que quiero vivir y quiero heredar.
Como Ministra de la Condición de la Mujer celebro la fuerza de nosotras las mujeres, de todas y cada una, que desde los hogares, barrios, campos, costas y ciudades, luchamos todos los días para que nuestras familias, nuestra comunidad y desde los espacios de toma de decisión, vivamos en un mundo más igualitario y justo. Seamos protagonistas para transformar nuestras vidas y entornos, en un lugar donde las mujeres no necesitemos sentirnos valientes, sino libres.
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