Consecuentes con la exigencia democrática
Costa Rica necesita que sus ciudadanos tengan carácter. ¿Qué significa esto? Es tener una actitud positiva, ante los retos que vienen para nuestro país. Vamos elegir un nuevo gobierno, para lo que los ciudadanos necesitamos tener la mejor buena voluntad contribuir al éxito de esta elección, para esto debemos participar comprometida y masivamente en las elecciones del 3 de abril, pues Costa Rica debe ser del interés, de cada uno de nosotros y además estamos siendo observados internacionalmente.
Confiamos en que los nuevos gobernantes dirijan el país, con la prudencia, respeto y la exactitud necesaria. No hay otra opción, pues todos queremos que este país, vaya por la vía democrática y no por la vía del exacerbado y equivocado populismo, que ya marea los valores democráticos en algunas naciones de Iberoamérica.
Necesitamos de todos y de cada uno de nosotros ciudadanos, una actitud optimista, apoyando las columnas fundamentales de esta democracia. ¿Y cuáles son entonces, estas columnas o bastiones? El primero y más importante de ellos es, la solidez de la democracia, con sus instituciones, que son claves, cómo: el respeto a la libertad, en las elecciones y el respeto a las opiniones contrarias en el diálogo nacional.
Pero también esta visión positiva de nuestra democracia debe extenderse a otras bases fundamentales de nuestra cultura política, como es la calidad de la educación, la libertad de expresión en todos los medios de comunicación, y la oferta de trabajo para nuestros ciudadanos. Este es un tema de primera necesidad y urgencia.
Costa Rica necesita un liderazgo, que no es hacer cosas extrañas. El liderazgo es capacidad de emprender, servir y poner en marcha, la hoja de ruta, de una Costa Rica, que debe emprender con fuerza, urgencia y constancia en todos los ejes de la producción.
Las campañas y embates ideológicos, presentes ya en Estados Unidos de América, y en España, que se enfocan contra el desarrollo de la familia en la educación, no son bienvenidas en Costa Rica.
La familia es una institución solida y preciosa, que no debemos someterla y exponerla a una burocracia viciada ideológicamente, sino que siga siendo el bastión al servicio de Costa Rica, para formar buenos ciudadanos, buenos costarricenses. Este es el objetivo nacional más urgente.
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