Consejo Consultivo Económico y Social
Costa Rica transita peligrosamente por un clima de creciente desconfianza, pérdida de credibilidad de la ciudadanía en la institucionalidad democrática. Sin duda, este clima está ligado a la agudización de factores como la pobreza, la desigualdad y la corrupción. Las debilidades en la gobernabilidad y gobernanza nacional son un problema que incide sobre todos los sectores y limita las posibilidades de desarrollo nacional.
Fortalecer la gobernabilidad del país, a partir de la institucionalización del dialogo y la concertación social, la legitimidad, la transparencia, la eficiencia, la simplificación y la capacidad de respuesta de las instituciones es un requisito urgente para que Costa Rica avance hacia niveles crecientes de bienestar colectivo e individual con estabilidad política y social.
En este sentido, celebramos la conformación e instalación del Consejo Consultivo Económico y Social. Como Confederación Nacional de Asociaciones Solidaristas CONASOL, nos honra formar parte de este esfuerzo.
Los Consejos Económicos y Sociales han demostrado ser una iniciativa fundamental de cara a la institucionalización de los procesos de diálogo social, gobernabilidad y cohesión social. En CONASOL hemos insistentemente enfatizado en la importancia de que se ponga en marcha, particularmente en la situación actual del país en donde hay un clima de confrontación con canales informales no estructurados de diálogo y concertación.
La experiencia internacional demuestra que este tipo de iniciativas requieren para su éxito de liderazgo, madurez y voluntad política; así como, de alta participación y acuerdo sobre la agenda de temas o asuntos a tratar. Definir bien la metodología o mecánica a respetar, para que este sea un esfuerzo suficientemente representativo de las expresiones democráticas de la sociedad civil, para la discusión, consecución y seguimiento de los acuerdos alcanzados y una estrategia adecuada de comunicación que visibilice el foro.
De lo contrario habrá pérdida de credibilidad y efectividad que termina en disolución práctica. Confiamos en que esta convocatoria abra posibilidades reales y sostenidas en el tiempo, puesto que nuestro país no está para seguir perdiendo ningún espacio para construir bien común.
Por estar cimentada en valores y prácticas solidaristas como son el diálogo, la concertación, la cooperación, la armonía laboral, el progreso social y la justicia redistributiva; la Confederación Nacional de Asociaciones Solidaristas se pone a la orden, como siempre lo ha hecho, para acometer la tarea colectiva de contribuir al impulso de una agenda nacional de interés compartido, más allá de intereses gremiales sectoriales o partidistas.
El país no está para restar o dividir, sino para sumar y multiplicar. Lo que está de por medio es la anulación de todos los logros que como sociedad hemos alcanzado.
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