Contra el impuesto a las casas de la clase media

Como lo hemos reiterado, nosotros en Nueva República nos opondremos a más impuestos porque la carga fiscal que llevan los costarricenses sobre sus hombros es muy pesada. Además, está demostrado que los tributos tienen un enorme impacto negativo en la reducción de la inversión, del crecimiento económico y en  la generación de empleo.

Por eso estamos en contra del impuesto a las casas que impulsa el gobierno. Hacienda lo vende como un gravamen que pagarán quienes más tienen, pero la verdad es que es un nuevo disparo contra la clase media costarricense.

La iniciativa, que se discute en la Asamblea Legislativa bajo el expediente 22.382, suma el costo del terreno, la construcción, las amenidades e incluso el valor de la zona para aumentar la base contributiva y con esto amplía la cantidad de personas que deben pagar el impuesto.

La amenaza es directa para quienes viven en condominios, pero también para mucha más gente de clase media que con esfuerzo y deudas de por medio ha logrado tener una casa.

El proyecto de ley establece una tasa plana del 0,5% anual sobre las viviendas que tengan un valor superior a los ₡133 millones. Como actualmente el tributo va del 0,25% al 0,55% de acuerdo con el precio de la propiedad, el cambio implicará que el impuesto suba de manera significativa o incluso se duplique.

El establecimiento de una tasa única significa además que el impuesto perderá progresividad, es decir, que el costo de la casa ya no guardará tanta relación con el porcentaje que se debe pagar.

La movida del gobierno se empezó a gestar hace dos años, cuando Hacienda subió el valor fiscal de las propiedades, pero se corona ahora con esta iniciativa que además modifica la manera en que se impone el tributo, pues ya no puede ser autodeclarable; será la Administración la que lo defina y cobre a partir de los registros que existen en la actualidad.

Para que semejante adefesio contra la clase media se convierta en ley, el proyecto necesita de 38 votos en el Congreso; afortunadamente, a nuestra oposición se suma la de los diputados del partido Unidad y por eso esperamos que no prospere. Advertimos además que no apoyaremos el resto de la agenda de impuestos que impulsa esta Administración.

Somos claros: Costa Rica no requiere más tributos para superar el déficit fiscal, sino echar a andar proyectos que reactiven la economía, la producción y el consumo. En ese sentido, promovemos reducir en un 5% el porcentaje de los impuestos sobre los salarios y disminuir el IVA a un 9%. También creemos que es imperativo luchar contra la evasión, la elusión y la mora en los impuestos de renta y ventas, que se estiman en 4,6% del PIB.

El Estado debe centrarse en buscar la eficiencia, la adecuada administración de los recursos públicos y el apoyo a las pymes, al sector productivo, y no en tratar de cobrar más impuestos.