Costa Rica está viva
Me pareció repugnante y detestable un video en el que, burlándose de la Selección Nacional, ponen sobre los colores patrios música de funeral, música de muertos.
Esta es mi respuesta ante esa afrenta…
Que no le pongan música de funeral a mi patria, que nadie le rece los nueve días a este país que está tan vivo.
Costa Rica, mi tierra querida, se me llena el corazón, tus volcanes traen el fuego, me hinchan de emoción; que no pongan lirios en una mesa a mi patria querida.
Sus rincones son la guarida donde pongo a reposar, a renacer mi alma herida.
Que no le canten una misa vestidos de negro a mi patria querida.
La amo en Monteverde y en Tortuguero, en Corcovado y en Tilarán, en Pacayas y en Zarcero en cada rincón celestial…
Amo a Cervantes, a Pérez Zeledón, a Guápiles, a Poás. Todo me embriaga en Costa Rica, todo es color y emoción.
Brindo por la vida del país sin ejército. El país del Pura Vida, donde la luz es una puerta a la alegría, es una ruta cierta.
Yo me encuentro a mí mismo en Cartago y en Alajuela con lluvia o con un sismo jugando con Dios a la rayuela.
Que no le pongan música de muertos a este país que está latiendo. Amo a mi patria querida cuando besa el sol o cuando está lloviendo.
Que viva mi Costa Rica, que vengan nuevas alegrías, que sepamos que esta tierra es una tierra llena de poesía, que llueve Dios en Costa Rica, que anda Dios en sus ríos, y que en sus bosques de mil verdes tiene Dios sus dulcísimos ríos.
No le pongan música de muertos a esta patria que está viva, que crezca en cada esquina de mi pecho este amor y está emoción.
Costa Rica, mi tierra querida, aquí tengo mi cielo, aquí tengo mi lecho, mi amor, mi guarida.
Amo a esta Costa Rica, fresca en San Carlos o recién amanecida, bajo la lluvia, fresca o añeja, sobre el fuego del Turrialba o el Rincón de la Vieja.
Amo a la Costa Rica montañosa, los cerros de Escazú, el Cerro de Ortuño, la Carpintera, los cerros del Barva y el Irazú.
Aquí está la cura para mi alma herida, aquí está la esencia en mi tierra florida.
Que no le echen tierra a nuestras alegrías, que Costa Rica es de nosotros, de todos nosotros y también es mía, mía, mía.
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