Costa Rica merece seriedad
Es claro para todos que Costa Rica atraviesa momentos muy complejos en diferentes aspectos de su vida social, por lo que poco contribuye la crispación y el enfrentamiento político que muchas veces se convierte en politiquería.
A través de estos espacios vitales que ofrece la radiodifusión nacional son muchos y muy necesarios los llamados que se realizan para trabajar juntos, con seriedad y compromiso en la búsqueda del necesario desarrollo de nuestra nación. Pero es más necesario que estos llamados sean atendidos y que quienes tienen poder de decisión puedan compenetrarse de lleno en beneficio de nuestro país.
Ni las confrontaciones innecesarias ni los discursos de descalificación al contrincante político nos hacen avanzar. Se requiere un cambio de actitud y una transformación profunda en la manera en que abordamos los desafíos. Son ya muchos los años en que la división y la confrontación se han acentuado en detrimento de Costa Rica.
Los distintos poderes de la República deben contribuir a que nuestra sociedad camine. En conjunto pueden alcanzar las metas que ayuden al desarrollo y progreso de toda la población.
Un país más seguro, justo y próspero será posible si todos ponemos de nuestra parte, pero se requiere madurez política, cooperación y respeto. La ciudadanía merece líderes que trabajen incansablemente por el bienestar del país, y no para alimentar sus egos o las agendas personales o los intereses de algunos grupos.
Desde la Doctrina Social de la Iglesia se enseña que “el ejercicio de la autoridad debe asumir el carácter de servicio y se ha de desarrollar siempre en el ámbito de la ley moral para lograr el bien común”. En la política se debe estar al servicio de los demás.
El futuro de Costa Rica depende de decisiones y acciones que se tomen hoy, con visión a largo plazo y sin cálculos mezquinos. nEs crucial que la ciudadanía recupere la confianza en sus instituciones y en sus líderes. Para ello, es necesario observar y constatar hechos concretos de quienes dirigen la nación y que no olviden que representan al pueblo.
Ciertamente, como ciudadanos debemos exigir más, pero también debemos colaborar más. La construcción de un país mejor es tarea de todos.
Costa Rica ha sido históricamente ejemplo de democracia y paz en el mundo; es responsabilidad de todos mantener esos valores en alto y avanzar. No permitamos que las diferencias levanten muros que nos separen; que el diálogo y la cooperación nos ayuden a tender puentes para fortalecer una Costa Rica que merece seriedad de parte de todos, pero especialmente de aquellos que tienen la autoridad política.
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