Costa Rica peligra ante la importante baja de la natalidad
El bello nombre “Costa Rica”, otrora hacía honor al nombre, en realidad era una nación rica en recursos naturales y valores y principios humanos, con una posición estratégica, toda clase de oportunidades propias de una sociedad equilibrada, con una clase media robusta, una moderada e inteligente élite poderosa y baja pobreza.
El estándar de vida del costarricense permitía que fuese cierto aquel refrán, “de que cada niño que nace trae consigo bajo el brazo el bollo de pan”. En esos tiempos aún dentro de los hogares humildes, la misión era tener hijos para que la familia estuviese completa, aún los pocos ingresos alcanzaban para comer.
El costarricense trabajador labriego y sencillo de aquellas épocas, sin conocimiento macroeconómico o demográfico, cumplió con la Patria, al brindar la tasa de reemplazo del 2.1 hijos por mujer, necesario para la sostenibilidad de una sociedad sana en la base de la pirámide que brindara estabilidad al sistema socioeconómico.
Sin embargo, en las últimas tres décadas los gobiernos empobrecieron a Costa Rica y al costarricense, al punto de casi no definir si Costa Rica es un país pobre, o un país saqueado; cada ciudadano tendrá su respuesta, lo que sí es claro es que, la clase media ha ido desapareciendo, la pobreza aumentando y los ricos más ricos.
Costa Rica sufre de una sociedad polarizada e irracionalmente dividida. Los últimos gobernantes ubicaron a Costa Rica como el país más caro para vivir de Centro América y uno de los más caros de América Latina, situación que reciente los costarricenses y los turistas que visitan nuestro país.
Por otro lado, datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo INEC, señalan que, del año 2010 a la fecha se ha reducido en más de un 25% la tasa de natalidad en Costa Rica, en realidad representa una ultra baja natalidad, dicho sea de paso, preocupante y peligroso para la sociedad costarricense.
En el año 2000 se presentaron 78.000 nacimientos, en este año 2025 se proyecta 29.000 nacimientos, con tendencia a la baja. Esta apocalíptica realidad nacional tiene nombres y apellidos, gobiernos con alto grado de corrupción, inoperantes, permisivos, poca visión humanista y en extremo irresponsables: así como campañas, mayoritariamente provenientes de agencias internacionales promoviendo una tendencia a la reducción de la población mundial
Alto costo de vida, el pésimo sistema educativo, falta de trabajo digno, inseguridad ciudadana, pérdida de confianza en los políticos, da como resultado incertidumbre y desconfianza para un futuro. Eso erosiona la voluntad de tener hijos; no es de extrañar que hoy el promedio de hijos es de 1.29 por mujer.
Futuro apocalíptico; con esta ultra baja natalidad en las próximas décadas, se tendrá una población envejecida, faltará mano de obra para sustentar la economía nacional, bajará la recaudación fiscal, menos recursos para la seguridad social en educación, régimen de pensiones y salud, la deuda del Estado será insostenible.
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