Cuando la medicina resulta peor que la enfermedad misma
Si tomamos las últimas tres administraciones, incluida la que está por terminar; Arias, Chinchilla y Solís, entre ellas existe un gran y lapidario denominador común: GASTO. Fue gasto y no inversión que mejorar sustancial e integralmente la calidad de vida de los administrados, ni la infraestructura pública -vial, educativa, seguridad, etc-.
Hablar de “reforma fiscal” en los términos que lo pretende el proyecto del IVA, es ignorar una de la variables de la ecuación de todo equilibrio financiero. Equilbrio = Ingreso – Gasto.
Y mientras no se dé esa toma de conciencia no habrá Paquetazo de Impuestos que logre el debido equilibrio financiero.
Es muy peligrosa la campaña del miedo que se ha promovido en el sentido de que si no se aprueba el proyecto del IVA vendrá la hecatombe. Cuando la hecatombe vendrá si el gasto y las transferencias presupuestarias no son contenidas de manera drástica y decida.
Por otro lado, la iniciativa del IVA tiene severos efectos negativos, tanto para los presupuestos personales, familiares y empresariales pues reduce su capacidad de compra y con esto deprime el consumo interno de bienes y servicios dentro de la economía nacional. Y esto podría frenar y hasta reducir el crecimiento de la Producción Nacional.
Al grabar la Educación y la Salud privados, existe la gran posibilidad de que un número importante de sus actuales usuarios, por razones de que no se puede sacar 10 de donde solo entran 5, se vean forzados, a recurrir a los servicios públicos en esas mismas áreas.
Existe seguramente la falaz creencia de que todos o una mayoría muy importante de los actuales usuarios de la educación y salud privadas se mantendrían en ellas. Digo que es falaz pues no hay forma de saber qué van a hacer las personas para equilibrar sus presupuestos personales y familiares.
Por otro lado, está la incidencia negativa, que ante una reducción significativa de la demanda de los servicios privados en salud y educación, las empresas que los prestan, necesariamente tendrían que tomar.
Sin lugar a dudas, la primera acción sería reducción de personal. Y esta gente despedida, vendría a engrosar el ya alto porcentaje de desempleados que tiene el país.
Otro efecto negativo se daría en las instituciones sociales que reciben recursos financieros a través de las planillas de las empresas, a saber: Caja Costarricense del Seguro Social, INA, FODESAF, IMAS, Banco Popular, entre otras muchas más.
Así los hechos, habría que decir que el problema del actual Déficit Fiscal, radica en la ausencia de un diagnóstico integral y objetivamente sustentado.
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