Cuidado con el nepotismo
En el próximo mes de febrero, no solo elegiremos dentro de los candidatos a la presidencia uno de ellos, sino se eligen también dos vicepresidentes y además 57 diputados. Por esto es sumamente importante conocer los nombres de quienes serán los candidatos en las Vice-presidencias y a diputados. Sería ideal que fueran personas cuya hoja de vida, donde se demuestre no solo la capacidad, experiencia y preparación sino y especialmente honestidad, que ninguno de los candidatos se haya visto envuelto en escándalos de ningún tipo y menos en él área de la corrupción.
Otro elemento que quisiéramos que desaparezca de nuestras actividades políticas, es el nepotismo y el tráfico de influencias, es decir, dar ese trato de favor hacia familiares o amigos, a los que se otorgan cargos o empleos públicos, por el mero hecho de serlo, sin tener en cuenta otros méritos, máxime ahora en que, cada vez, se persiguen más activamente los casos de tráfico de influencias y otras formas de corrupción política.
Ya hemos tenido esa experiencia de soportar nombramientos de familiares y amigos en puestos de elección popular, que lucen como “herencias políticas”. Se pasan de un puesto a otro y se mantienen “pegados” a esos puestos, sin soltarlos y obteniendo beneficios y lo peor es que sin devolverle ningún beneficio al país.
Incluso se dan casos en que se busca dejar en los puestos a hijos, hermanos e incluso a cónyugues, sin que hayan hecho mérito alguno para ello, simplemente, para mantener esa entrada económica, pues esta ha sido la forma de vida durante muchos años, saltando de puesto en puesto. Si hubieran hecho maravillas en favor del pueblo pues se justificaría pero a estas alturas la evidencia práctica no dice que no tenemos a nadie en estas condiciones.
Así que, a estar atentos y a informarnos muy bien y adecuadamente para que este tipo de prácticas no las tengamos nuevamente en las próximas elecciones.
Dios quiera que haya respeto de los que aspiran y que no se presenten más estos casos y que quienes se propongan tengan la fortaleza y la vergüenza para no caer en esas indeseadas práctica del nepotismo y el tráfico de influencias. Que además sean todas personas con experiencia, conocimiento y capacitados para aceptar y asumir dichos cargos de elección popular.
¿Cajita blanca para mí?, quizás…pero confío en que no.
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