Del ahogado el sombrero

El salir de nuestras casas para afrontar el día es una rutina que tenemos todos los seres humanos. En esta rutina, registramos en nuestra memoria personas a quienes nunca les hemos hablado pero sus caras se vuelven conocidas, y en todas esas caras nos vemos reflejados como Homo sapiens, la única especie humana que habita la Tierra.

Hace entre 150.000 y 30.000 años existieron al menos ocho especies de diferentes humanos compartiendo el planeta y gracias al intercambio genético que tuvimos con ellos, fuimos mejorando los eslabones en nuestra cadena evolutiva. La diversidad genética por medio del mestizaje nos dio mayor resistencia y capacidad de adaptación a las condiciones cambiantes.

En la actualidad el mundo sigue cambiando vertiginosamente pero, la mejora genética por medio del mestizaje es imposible, pues somos los únicos homínidos que dominamos el planeta claro está, sin olvidar a nuestros primos cercanos los simios.

El Proyecto Gran Simio en España, encontró comportamientos anormales en simios alrededor del mundo que están en cautiverio, dicho comportamiento nace por el stress generado en la cautividad como respuesta psicológica a su situación de aislamiento.

Aislamiento, dietas controladas, pocos y restringidos espacios para socializar, son parte de las situaciones que encontró el proyecto Gran Simio en su investigación, esas condiciones de vida de nuestros primos del reino animal no distan mucho de nuestro diario vivir dentro de las cuatro paredes de una oficina.

En este 2022, estamos viendo como la pandemia del siglo comienza a desaparecer poco a poco. En el 2020 conocimos los síntomas del Covid 19 pero, conforme pasaba el tiempo aprendimos que también existen personas asintomáticas, por lo que nos dimos a la tarea de examinar a todos los que se pudiera para reducir el riesgo al contagio.

Al igual que el Covid 19, el stress presenta síntomas fácilmente identificables, mas sin embargo, también hay asintomáticos que cuando son identificados ya es muy tarde, afectando a sus familias y organizaciones, acarreando conflictos laborales y hasta suicidios.

Durante dos años los médicos estuvieron en la primera línea de batalla contra el Covid 19, le llegó el turno a los profesionales en Recursos Humanos de luchar contra la segunda gran pandemia de este siglo, el stress laboral.

Después del gran esfuerzo que hemos hecho para combatir el Covid 19, se han ahogado en la historia dos años de aislamiento, del “ahogado el sombrero”, rescatemos y valoremos lo importante que es para el ser humano la salud mental y las relaciones sociales, el stress no se va a eliminar con mejoras genéticas ni con una vacuna, tampoco se controla con el aislamiento a puerta cerrada sino, a través del acompañamiento, la conversación sincera y el abrazo solidario de un compañero.