Divide y Vencerás o: en rio revuelto, ganancias de bandidos.
En estos tiempos tan difíciles en que se encuentra nuestro querido país por los peligros del narcotráfico, lavado de dinero, préstamos gota a gota, crímenes, sicariato, robos, asaltos, corrupción, y demás males, es imperativo estar muy unidos para poder defendernos de semejantes amenazas.
Y a los poderes de la república, que les corresponde aplicar con dureza la ley, fortalecerlos, actualizarlos y ponerlas en práctica, resulta que están peleando como perros y gatos.
Muy a menudo, se les olvida a estos señores que son empleados públicos o sea servidores de los costarricenses, pues es el pueblo, a través de los impuestos, que les paga sus salarios y demás prebendas.
Si aceptan un empleo público, es para defender al pueblo, sus verdaderos patrones.
Pero al estar en estas luchas de poder y generando la desunión de entre los costarricenses, y lo más grave de todo esto, es que quienes están ganando y por mucho, son los delincuentes, criminales, mafiosos y corruptos.
Por favor, señores, en este momento tan difícil por el que estamos pasando, el país los necesita trabajando en equipo, unidos para defenderla de los peligros que la acechan.
Todos aquellos que fueron elegidos en las urnas electorales y quienes sin haber sido escogidos directamente por el Soberano, ocupan altos cargos en el Estado, todos sin excepción juraron respetar, defender las leyes y la Constitución Política. Este juramento lo debieron haber hecho siendo muy conscientes de sus alcances y del serio compromiso que estaban adquiriendo con sus electores, con quienes no lo fueron y con la Patria.
Una inmensa parte de la ciudadanía está consciente de que el modelo político que ha imperado desde 1940 a la fecha, urge de revisiones estructurales profundas pero igualmente hay que tener presente que ningún grupo y mucho menos que una sola persona, puede tener todas las respuestas a las expectativas y necesidades de los distintos grupos que integran la sociedad costarricense.
De aquí la necesidad la urgente necesidad de promover un diálogo nacional entre y con todos los agentes económicos, actores sociales y de los diferentes grupos filiales de nuestro país.
A partir de ese diálogo nacional fundamentalmente respetuoso y como pueblo redefinir el tipo de Estado que nos conviene tener, el modelo de desarrollo que queremos seguir y el tipo de sociedad que aspiramos ser. Divide y vencerás proclama el viejo refrán pero Costa Rica merece un mejor destino.
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