Educando para la Industria 4.0
La Cuarta Revolución Industrial se anuncia como la mayor transformación experimentada por la humanidad desde el inicio de la civilización, porque va a transformar en los próximos años todas las profesiones y reemplazar en un país como Costa Rica, más del 50% de los trabajos que hoy en día realizan las personas con robots.
Según Andrés Oppenheimer: «Va a ser una transición brutalmente rápida y mucha gente se va a quedar fuera de juego». Aunque la incursión de la alta tecnología y la automatización en la manufactura ocurre ya desde hace décadas, la novedad ahora es que «los robots son cada vez más baratos y más inteligentes».
«En 2010, un robot industrial en China costaba el equivalente a 5,3 años de salarios y prestaciones de un trabajador, hoy en día el coste de ese robot ya bajó a menos de un año», ejemplifica Oppenheimer, que agrega que, en la actualidad, gracias a la nube (de datos) los robots «aprenden simultáneamente de sus aciertos y errores».
Pone en aviso sobre el «desempleo tecnológico», que será el «principal tema mundial de los próximos diez años» y advierte que la automatización va a afectar más a los «países manufactureros» y emergentes que los desarrollados.
Ante este panorama cabe preguntarse, cual es el futuro que le espera a la ingeniería, como va a transformarse la profesión. Y sobre esto quisiera decir que se acerca su Era Dorada, porque cada vez se requerirán de mas técnicos y profesionales, para poder crear y mantener esta nueva economía de máquinas y sistemas inteligentes.
Necesitamos una formación más sólida y prolongada de los ingenieros, que continuamente estén evaluando y mejorando sus proyectos, en un ciclo continuo de aprendizaje. Por esta razón, debemos mejorar nuestro sistema de educación técnica, exigiendo que todo ingeniero deba tener una especialidad técnica y experiencia laboral como requisito previo antes de obtener el título.
Debemos fomentar como ocurre en Alemania, un sistema de formación dual. Que permita que los mejores técnicos se conviertan en técnico superior, y los mejores de estos en ingenieros.
Además debemos fortalecer la formación humanista en ingeniería, para crear una ética laboral que garantice el desarrollar una conciencia social y ambiental en el análisis de los proyectos. Debemos despertar la pasión en los ingenieros por construir un mundo mejor y lograr la sostenibilidad social.
Indudablemente debemos reinventar la educación en ingeniería, para estar a la altura de los tiempos por venir y es responsabilidad de todos el lograrlo: empresarios, educadores, políticos y ciudadanos.
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