El camino recorrido
En el marco del Dia Internacional de la Mujer evocamos hoy nuestras propias vivencias, como mujeres que hemos vivido la mayor parte de nuestras vidas en la Costa Rica del siglo pasado y que fuimos testigo de la evolución a pasos lentos al inicio pero con grandes logros y transformaciones continuas.
Para las mujeres actualmente la vida sigue siendo una constante de retos y desafíos, tal como, lo fue para las mujeres que crecimos y nos formamos en el siglo pasado; donde la vida nos pasaba de frente casi sin percatarnos que habíamos normalizado y aceptado con resignación el rol que la sociedad patriarcal nos había asignado, la subordinación, la discriminación, la sumisión, el abuso y el maltrato hacia las mujeres eran palabras y temas prácticamente inexistentes.
Desde la primaria se nos transmitió con mucho convencimiento las normas prestablecidas, con la ayuda de textos como Paco y Lola en primer grado interiorizamos la imagen del papá en la sala leyendo en su cómodo sillón, mientras que la mamá en la cocina amasaba la masa , ya desde ahí se nos inculcaba el rol que debíamos asumir.
La Igualdad de Género como tal era algo desconocido. Género era solo un término usado para referirse a cualquier tipo de tela.
La violencia y la agresión a la mujer lamentablemente era un asunto aceptado como normal, algo doméstico, por lo que nadie debía intervenir, ni la guardia rural de la época, la que se limitaba a observar tímidamente y de lejos, y mucho menos los vecinos. Los gritos ensordecedores usualmente al caer la noche de las mujeres que sufrían violencia y maltrato por parte de sus parejas, se llegaron a normalizar y llegaron a formar parte del sonido ambiental de los vecindarios, un asunto considerado de carácter privado que no se mencionaba en voz alta.
Fuimos estudiantes, madres, amas de casa y trabajadoras en forma simultánea, queriendo incidir en cada escenario y cargando siempre la culpa por no encajar en el rol prediseñado para nosotras. Con el pasar del tiempo hemos podido ver los resultados de las luchas libradas por muchas mujeres y también por hombres que apoyaron y lucharon valientemente por lograr un trato respetuoso e igualitario para las mujeres. Vimos nacer leyes de protección a la mujer, se crearon instituciones para que vigilen su debida aplicación.
La equidad empezó asomarse en los distintos ámbitos del quehacer nacional y así poco a poco, las mujeres cada vez más asumimos roles claves, tanto en el proceso político y de desarrollo económico del país, como en la manutención de nuestros propios hogares.
La realidad actual es distinta y ha evolucionado con otra perspectiva, y aunque aún falta mucho por hacer, hoy al mirar el camino recorrido, podemos ver hacia el horizonte con mucho más esperanza y confianza de que con el esfuerzo y trabajo de mujeres y hombres, juntos podremos seguir construyendo una sociedad más justa, más inclusiva, más respetuosa y más desarrollada en lo económico, social y sobre todo en lo humano.
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