El Cooperativismo como dinamizador social en Costa Rica
Nuestra Constitución Política en su artículo 64 establece: “El Estado fomentará la creación de cooperativas como medio para facilitar mejores condiciones de vida de los trabajadores.”.
La Alianza Cooperativa Internacional, deja muy claro que: “Las cooperativas son empresas centradas en las personas, que pertenecen a sus miembros, quienes las controlan y dirigen para dar respuesta a las necesidades y ambiciones de carácter económico, social y cultural comunes”.
Al validar estos textos con nuestra realidad como país, nos encontramos numerosos aportes exitosos del cooperativismo para que nuestra sociedad se construya sobre valores muy importantes como lo son la democracia, la igualdad, la equidad y la solidaridad.
Hay zonas del país que a partir de la presencia del cooperativismo lograron una mejor calidad de vida, gracias a servicios eléctricos, a servicios de salud, al haber conjuntado a sectores agroindustriales por citar a algunos.
El desarrollo del modelo cooperativo es una forma de vida, es una valiosa oportunidad para que, juntando visiones y acciones de diversas personas, se puedan crear empresas basadas en valores y que su objetivo no sea solamente crear riqueza.
A lo largo de los años la participación de niños, jóvenes y adultos han permitido que esa meta de creación de cooperativas generara grandes frutos que es posible que como país no conocemos, pero que, en San Carlos, en Guanacaste, en la zona de los Santos, en Grecia, por citar a algunos, si comprendan lo que estoy diciendo, ya que gracias al modelo cooperativo han logrado construir sus sueños de una casa, de estudiar y de tener empleo.
En el marco de esta “Semana Nacional del Cooperativismo 2024”, me parece relevante recordar que todos los miembros de cada cooperativa tenemos los mismos derechos de voto, independientemente del capital que aportemos a la empresa y esto lo resalto porque a veces los ciudadanos que no están en el sector pueden tener otra idea de la gobernanza de cada organización.
Hoy el cooperativismo costarricense tiene grandes retos: fortalecer su labor dinamizadora a nivel social y esto a partir de comunicar a mayor cantidad de personas el trabajo que realizamos los cooperativistas a lo largo y ancho del país; motivar a que nuevas generaciones se incorporen al sector y fundamental, ser empresas de le economía social que aportemos a una sociedad más inclusiva, más justa y que el dialogo nacional sea parte fundamental de la reconstrucción del contrato social de nuestra sociedad costarricense donde en el marco de la diferencias construyamos un bien común, no como discurso, sino como actores reales y comprometidos con nuestra democracia y con las personas con mayores necesidades en el país, no solo en lo económico, sino también, en la convivencia social.
Los comentarios están cerrados.