El oro de Atahualpa
Aunque parezca irreal, todavía hay personas dedicadas a buscar tesoros míticos y legendarios, como los que se supone dejaron escondidos famosos piratas, como los que vemos en las películas, en las que hay un mapa y un cofre lleno de oro.
Uno de estos tesoros es el que llaman “el oro de Atahualpa” y su historia se origina en 1553, cuando Francisco Pizarro secuestró al emperador Atahualpa, que fue el último soberano inca.
Pizarro pidió muchísimo oro para devolver al líder indígena, por lo que se si dice que sus allegados llenaron toda una habitación de objetos hechos de este metal precioso, pero aun sí Atahualpa fue ejecutado.
Debido a este acto, se dice que los incas tiraron todo el oro al lago Yanacocha, en la región de Llanganati, en los Andes ecuatorianos. 147 años después, en el 1700, el español Atanasio Guzmán fue a buscar el tesoro, pero no logró encontrarlo.
Una copia del mapa donde supuestamente está ubicado este oro se conserva en el Museo de Historia Natural de Londres. A pesar de los años, decenas de buscadores del oro de Atahualpa sueñan con encontrar esta fortuna que en la actualidad dicen que puede valer más de 400 millones de dólares.
Las expediciones a Llanganates son constantes durante todo el año y gracias a esto, se han logrado encontrar evidencias arqueológicas de los incas, que han ayudado a conocer más sobre su cultura y costumbres, pero no, nada del oro de Atahualpa.
En la actualidad Llangantes es un parque nacional, por lo que ahora son más estrictas las medidas para que los exploradores intenten encontrar el gran tesoro perdido, pero siempre lo intentan, lo que mantiene a las autoridades siempre atentas.
Será que algún de lo encuentran?
Pues es muy tentador ir a buscar 400 millones de dólares.
Pues sí, pero hay algo no hemos dicho y que termina de hacer de esta historia algo sorprendente.
Correcto, se dice que este tesoro está MALDITO y que a quien lo encuentre nada bueno le sucederá, ahí le dejamos ese dato.
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