El refugio es para los refugiados
El refugio es para los refugiados, no para los delincuentes. Costa Rica ha suscrito la Convención de Ginebra donde está el refugio no para dar albergue a maleantes sino para proteger a quienes son perseguidos. Por tanto, el permitir a extranjeros que mientan en sus solicitudes de refugio y aun así se les dé o que mientras aplican para obtener el estatus de refugiados, roben y/o cometan otros delitos, no debe ser permitido bajo ninguna circunstancia y quienes están a cargo de tramitar esas solicitudes, deben rechazarlas de plano y deportar a los indeseables delincuentes, porque Costa Rica es refugio para los perseguidos y no madriguera de delincuentes.
Existe un concepto dentro del egoísmo ético sueco, que parte de un pensamiento muy simple: “Para que yo esté bien, mi prójimo tiene que estar bien.” Nada gana una persona con tener un vehículo de lujo y una mansión si el vecino no tiene qué comer y llega a tal punto que hasta tiene que robar para vivir.
En una sociedad civilizada, todas las personas deben por lo menos tener un lugar digno donde dormir y un plato de comida en la mesa, no obstante esto, no es el caso en todos los países y muchos están inmersos en guerras, persecuciones por motivos de etnia, credo, religión, entre otras, y por esto, los países en mejores condiciones, les abren sus puertas a esta gente por medio del refugio, para que aquellos que no tuvieron la dicha de nacer en un país con estas características, puedan tener una nueva oportunidad de vida y no perecer por persecución o asesinatos.
Como se puede ver, el concepto de refugio es noble, porque da una oportunidad real a quienes no la tienen. El refugio no es para migrantes económicos, es decir, aquellos que viajan a otro país para tener un mejor estilo de vida, sino para personas que están siendo realmente perseguidas. No se puede morder la mano de quien da alimento y tampoco un solicitante de refugio o refugiado debería cometer delitos en un país que ha abierto sus puertas para protegerle de su supuesta persecución.
Costa Rica debe dar refugio, dentro de la medida de nuestras posibilidades, a quien merece ese estatus, no a delincuentes que huyen de sus países, porque han cometido crímenes y ahora son buscados por la justicia de esos países.
Por tanto, es necesario revisar las actuaciones de algunas autoridades migratorias pues su actuar deja mucho qué desear y, de ser necesario, los diputados deben de llamar a cuentas a los jerarcas migratorios, pues no es justo que la opinión pública vea con malos ojos dar refugio, porque la ideología y ambiciones políticas de algunos están por encima de los intereses de los costarricenses.
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