En búsqueda de la verdad

Decía Santo Tomás de Aquino que “quien dice verdades, pierde amistades”… Desde siempre, la búsqueda de la verdad ha sido un desafío para la persona humana, pero es el único camino si queremos alcanzar progreso y desarrollo para todos.

Hoy, cuando la discusión política costarricense se centra en buscar un detector de mentiras para demostrar la verdad, necesitamos elevar el tono de la discusión, si realmente queremos superar los índices de pobreza y desempleo, mejorar la educación, y combatir la corrupción, el narcotráfico y la criminalidad generalizada.

Mucho tiempo ha pasado en nuestra nación desde que la polarización se apoderó de todo ámbito social. Lo he dicho en el pasado, la descalificación se ha convertido en mecanismo de imposición y poco nos hemos preocupado por buscar la verdad; muchas cosas se ocultan de frente al pueblo.

Lo cierto es que mucha gente en nuestro país la pasa mal, sin ver algún impacto económico en su diario vivir que le permita surgir, aspirar a vivienda, a empleo digno, a una mayor tranquilidad en medio de la incertidumbre que genera el asegurar lo básico para llenar las necesidades propias y de la familia.

La verdad es son pocas las oportunidades para los jóvenes y son muchas las desigualdades existentes en el campo educativo.

La búsqueda de la verdad debe llevar a esta nación a encontrar caminos de desarrollo integral para todos, no solo para unos cuantos y menos para congraciarse con favores a aquellos que conviene.

Camino a un nuevo proceso electoral en el ámbito municipal, vuelven a surgir promesas de un mejor futuro en las comunidades, se vuelve a escuchar sobre promesas de un mejor manejo de los recursos públicos y de verdadero progreso.

Necesitamos que se hable con la verdad; que aquellos que aspiran a puestos de elección popular pongan todo su empeño para en verdad trabajar por el bien común, y por mejorar la calidad de vida de los habitantes de los distintos cantones de Costa Rica, sobre todo de los más necesitados y olvidados.

El esfuerzo debemos hacerlo entre todos, para que, aunque la verdad incomode, podamos hablarnos de frente sobre las urgentes necesidades que requieren solución, sin demagogia, sin luchas partidistas, sin descalificaciones.

Procuremos esa amistad social de la cual nos habla el Papa Francisco, en la búsqueda de mejorar a Costa Rica y la vida de todos quienes la habitan.