En el Día Internacional de los Manglares
Hoy es el día Internacional de los Manglares. Para el común de los y las habitantes de Costa Rica, esteecosistema se asocia a nuestras costas pacíficas. Para muchos, evoca el recuerdo del ferrocarril eléctrico llegando a La Angostura. Ese paso anunciaba la ansiada entrada a Puntarenas, luego de las paradas con gallina achiotada y otras delicias orotinenses y espartanas.
En este recuerdo yace parte del dilema por el que han pasado los manglares. En el paso de La Angostura, la parte linda, llena de ilusión era la playa. El estero la “parte sucia”, donde se veían casitas de pescadores, donde estaba el mal olor. Esta imagen era una visión común de las zonas de manglar hasta el siglo pasado. Se les
veía insalubres, llenas de mosquitos, donde los pobres hacían los duros trabajos entre ñangas y barro, sacando leña para el carbón y chuchecas para el ceviche.
Hoy esta percepción está superada a nivel mundial, al comprender el importantísimo rol de estos ecosistemas para lidiar con el lío ambiental en el que se ha metido nuestra loca especie: el cambio climático. Los manglares tienen una capacidad extraordinaria en la regulación de los gases de efecto invernadero. Su capacidad de
fijación de carbono en sus troncos y en el barro en el que entierran sus raíces puede ser hasta cinco veces mayor que la de un bosque tropical no anegado.
Son notables sus aportes al hábitat de muchas especies, siendo sus laberintos maternidades naturales para peces, mamíferos, moluscos y aves. Su enorme capacidad de purificación y para producir alimentos, los hace esenciales para las miles de comunidades costeras que conviven con ellos; proveen con sus productos
los mercados del país con camarones, sal, pianguas, pargos y muchos otros.
La realidad del cambio climático nos ha hecho comprender otra ayuda de los humedales en nuestros litorales: los manglares entre ellos. Sus erguidas copas y troncos, se convierten en barreras naturales cuando las tormentas azotan. El Huracán Otto, despertó al país la conciencia de que sin sus humedales costeros
conteniendo la fuerza de los vientos, las pérdidas hubiesen sido mucho mayores.
Todos estos beneficios se ponen en riesgo cuando las actividades productivas contaminan excesivamente las aguas o el suelo. Por omisión, este tesoro se arriezga cuando las instituciones, con el mandato legal de protegerlos, no tienen los recursos suficientes para hacer efectivamente su labor.
Por eso, en este día internacional de los manglares, la Fundación Neotrópica llama al país a celebrar y a reconocer la necesidad de estos ecosistemas. A que estimulemos el papel fundamental que juegan las organizaciones de pescadores, molusqueras y otros que luchan porque su conservación y uso sostenible sean una realidad. A que el Estado lidere el esfuerzo por este bien público en forma adecuada y con los recursos suficientes; para que en la rendición de cuentas sobre los manglares costarricenses podamos también lograr un lugar de liderazgo ambiental en el mundo.
Autor: Bernardo Aguilar González. Director Ejecutivo de la Fundación Neotrópica.
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