En tiempos convulsos hay que guardar la compostura
Las redes sociales son el medio más expedito para transmitir la información entre quienes tienen acceso al Internet y quienes no, pues los datos usualmente suelen transmitirse a un receptor con Internet,en velocidad récord,quien los recibe, luego divulga la información de boca en boca.
Este fenómeno ha generado un resultado inesperado, pues llevó y continúa llevando, al auge y descenso de gobiernos, no solo en el Medio Oriente, como ocurrió con la Primavera Árabe en el 2011, sino también en América Latina, como el caso de Guatemala y más recientemente en el cono sur.El ser humano, puede alzarse al nivel de los ángeles o caer tan bajo como el más ruin de los animales. Esta fascinante y aparente paradoja nos ha llevado a disminuir la pobreza extrema en el mundo en el último siglo y medio, es la responsable de las súper computadoras de bolsillo que llamamos “teléfonos inteligentes”, pero también dio como resultado el asesinato de miles de civiles inocentes enguerras sin sentido, muertes por hambrunas provocadas por los tiranos en África, y asesinatos en el triángulo norte de Centroamérica, entre muchas otras situaciones lamentables.
Esa naturaleza dual del ser humano, de dos polos opuestos, lo pone siempre en dos posiciones contrarias, pues cada acción, cada decisión, por más mínima que sea, implica escoger entre hacer lo correcto o hacer lo incorrecto, o más concretamente, entre una opción material y una opción espiritual.
Hay lugares a donde el Derecho no puede llegar, como la mente y la consciencia de las personas, afortunadamente, pues significa que a pesar de la pérdida gradual de libertad que experimentamos, aun nos queda el refugio de nuestras mentes para poder disfrutar de la paz y la tranquilidad de la intimidad.
Errar es de humanos, pero no por ello debemos dejarnos llevar por cantos de sirena de ciertos individuos con aspiraciones de faraones, quienes no buscan el bienestar del país sino el provecho propio. No se debe echar mano del bloqueo de calles ni huelgas de brazos caídos sin antes haber agotado la vía judicial.
El poder de los ciudadanos radica en conocer la ley, lo cual es una obligación, mas esto no implica que todos tengan que ser abogados ni estudiar Derecho, sino, simplemente,tener una noción de sus derechos y obligaciones.
Antes de pensar en cerrar vías públicas o dejar de trabajar, utilicemos los mecanismos legales, acudamos ante los tribunales y exijamos nuestros derechos, pero no recurramos a la violencia ni al detenimiento de las labores como primer camino, pues la toma de calles y huelgas de brazos caídos no son mecanismos que se utilicen sino hasta cuando la tiranía quede evidente y no hay otros caminos menos severos para exigir nuestros derechos, porque siempre que se usan, no todos salen ilesos.
Autor: Felipe Guadamúz Flores
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